
Iván Acosta, ministro de Hacienda y Crédito Público, y miembro de la Comisión rectora de la obra del Canal de Nicaragua, negó en días pasados las proyecciones realizadas en años anteriores sobre los inmediatos efectos positivos en la economía por la obra, proyectada para estar lista en diciembre de 2019.
Se anunciaba un impacto en el crecimiento del Producto Interno Bruto, la creación de empleo y la reducción de la pobreza por la obra; sin embargo, Acosta evitó pronunciarse sobre cuando se percibirán estos efectos en el país.
En julio del 2013, dentro de el boletín Unida Nicaragua Triunfa se detallaba el crecimiento que habría desde 2014, año en que empezó la obra, hasta 2018, año en que se proyectaba finalizarla.
“Con la construcción del Gran Canal Interoceánico, la economía nicaragüense pasará de 10.506 millones de dólares en 2012 a 24.797 millones de dólares en 2018”, manifestaba el boletín, que era destacado por la Presidencia de la República.
“El proyecto del Gran Canal Interoceánico tendrá un enorme impacto en la creación de empleo directamente e indirectamente vinculados al proyecto, así como por los empleos generados en todos los sectores económicos por el efecto multiplicador que tendrá el proyecto sobre la economía nacional… Con el proyecto 403.583 personas saldrán de la pobreza para 2018”, agregaba el reporte.
Sin embargo, ahora esa información es desconocida por Acosta, debido a que “esa información no era oficial del Banco Central o del Ministerio de Hacienda”.
Esto sucedía mientras ayer, 14 de enero, se realizaba una marcha contra el proyecto del canal de Nicaragua protagonizada por campesinos que se oponen al mismo, ya que no quieren abandonar sus propiedades y temen que la compensación económica sea insuficiente.
Esta se convierte la segunda marcha del año en contra del proyecto, cuya concesión exclusiva de construcción y operación fue otorgada a la firma china HKND Group.