Este 23 de diciembre, el expresidente colombiano Álvaro Uribe denunció supuestas escuchas telefónicas ilegales en su contra, por parte de autoridades colombianas, y las cuales se suman a las denuncias hechas por varios periodistas.
Uribe expresó vía Twitter: “He recibido informaciones sobre interceptaciones y seguimientos de la justicia en mi contra, ya tengo pruebas de los días 21 y 22 de octubre”.
“Pido a los ciudadanos con quienes me contacto por teléfono y redes hacer omiso de las interceptaciones a mi persona”, añadió el exmandatario y actual senador del Centro Democrático, sin dar más detalles del problema.
El vicefiscal general, Jorge Perdomo, afirmó en una entrevista radial que, como cualquier ciudadano, Uribe debía dar a conocer el tema de manera pertinente a las autoridades para que se realicen las investigaciones correspondientes. No obstante, el fiscal no afirmó ni negó que se estuvieran realizando interceptaciones legales a las comunicaciones del expresidente.
[adrotate group=”7″]A su vez, los críticos de Uribe le recordaron que durante su Gobierno también existieron denuncias de escuchas ilegales que se les hicieron a periodistas, líderes de la oposición y magistrados de la Corte Suprema, en el denominado “escándalo de las chuzadas” que llevó a la disolución del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) y a una condena de 14 años de cárcel a su directora, María del Pilar Hurtado.
Tras conocer la denuncia de Álvaro Uribe, el alcalde saliente de Bogotá, Gustavo Petro, afirmó que “la Justicia puede legítimamente interceptar sus comunicaciones, en cambio usted no podía hacerlo con la Justicia”.
Las denuncias de las “chuzadas” se iniciaron tras las revelaciones de la periodista Vicky Dávila, que hablan de una red de prostitución en el interior de la Policía Nacional de Colombia y un caso de acoso sexual en el que, al parecer, está vinculado su director, el general Rodolfo Palomino. Luego de esto, se afirmó que ocurrieron intervenciones a los correos electrónicos de Vicky Dávila y Claudia Morales, además de seguimientos por parte de extraños vehículos a las comunicadoras.
La Policía no ha desmentido los presuntos seguimientos, mientras que la Fiscalía sigue adelante con la investigación para esclarecer la situación.
Fuente: Semana.