El Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil anunció que se investigará la última campaña electoral de la presidenta Dilma Rousseff por supuestas irregularidades. El TSE aprobó la investigación del caso por cinco votos a favor a dos en contra, el martes 6 de octubre.
El ente judicial informó que se determinará si Rousseff y el vicepresidente, Michel Temer, cometieron abuso de poder y uso de la estructura pública durante la campaña. Además, se investigará si el dinero que se utilizó para la financiación provino del caso de corrupción de la empresa Petrobras.
La denuncia se originó en el Partido de la Social Demócrata Brasileña (PSDB), principal de la oposición en Brasil. Su líder político, Aécio Neves, compitió con Rousseff y perdió con una votación ajustada en las elecciones de 2014. El PSDB explicó que existió “manipulación en la divulgación de indicadores socioeconómicos, uso indebido de predios y equipamiento público para realizar actos propios de campaña, y publicidad institucional en época de veda”.
En el caso de que la investigación demuestre ciertas todas las acusaciones presentadas, la presidenta podría ser despojada de su puesto y sería presentada ante un juicio político. La popularidad de Rousseff ha descendido por el caso de corrupción de Petrobras y por la crisis económica que se vive en Brasil.
Esta sería la primera investigación que el TSE realiza en contra de un presidente activo. En febrero de este año, se presentó la denuncia por este caso. Sin embargo, la magistrada María Thereza de Assis Moura archivó el caso por falta de pruebas. Los analistas advierten que la destitución de la presidenta y del vicepresidente sería el escenario menos probable, pero sí se debilitaría la posición del Gobierno.