Los peatones que deseen ingresar a México, por el paso de San Ysidro, en Tijuana, ahora tendrán que mostrar su pasaporte, llenar un formulario con sus datos, y en caso de que la estadía sea por más de una semana, tendrán que pagar US$20 para que les otorguen un permiso de hasta seis meses.

La nueva medida entró en vigencia el pasado miércoles, y a partir de ahora, habrá una fila para los mexicanos, que podrán atravesar el paso libremente, y otra para todos los extranjeros, que tendrán que mostrar la documentación.
“Se trata de poner orden en nuestra casa”, declaró a los medios de comunicación Rodulfo Figueroa, empleado de las oficinas de inmigración del estado de Baja California, donde se encuentra la población de Tijuana.
Durante el primer día de jornada, las autoridades determinaron que todo el proceso dura aproximadamente 10 minutos. La misma noche del miércoles, un grupo de extranjeros hicieron fila y fueron atendidos en las seis casetas instaladas para que las autoridades migratorias les sellen el pasaporte y puedan cancelar la tarifa establecida, solo en caso de que su estancia en tierras mexicanas se vayan a prolongar por más de una semana.
De acuerdo con las autoridades mexicanas, la idea es crear en el paso terrestre un protocolo similar al que se sigue en los aeropuertos, pues anteriormente tanto peatones como conductores pasaban libremente, sin tener que cumplir ningún tipo de exigencia en los 3.140 kilómetros de frontera que comparte con Estados Unidos, por el norte del país.
[adrotate group=”7″]De acuerdo con los reportes de los medios locales, la garita de San Isidro es el paso fronterizo más transitado de todo el mundo, pies se estima que anualmente la atraviesan ocho millones de personas.
“Es lo que ves en aeropuertos y en otros países, pero no estás acostumbrado en México”, dijo Joel Ríos, quien viajó desde San Diego y atravesó la frontera para hacer un viaje recreativo.
Algunos de los visitantes señalaron que quizá con los días las filas de personas vayan aumentando, pues todo dependerá de la celeridad con que las autoridades mexicanas puedan atender a todos los extranjeros que pasan por la frontera.
Esta nueva regulación de las autoridades mexicanas surge en momentos en que está en auge la polémica por las declaraciones del magnate norteamericano Donald Trump contra los inmigrantes indocumentados y su idea de construir un muro fronterizo entre Estados Unidos y México.