En un acto de presión contra el Comité Supremo Electoral (CSE), fuerzas opositoras en Nicaragua marcharon en siete departamentos del país el 5 de Agosto para demandar unas elecciones libres y transparentes en 2016, así como denunciar al Gobierno de Daniel Ortega.
Conocidas como “los miércoles de protesta” alrededor del país, las manifestaciones tuvieron lugar, de forma simultánea, frente a las instalaciones del CSE en los departamentos de Madriz, Chinandega, León, Juigalpa, Masaya, Nueva Guinea y Managua.
Según dirigentes opositores, entre ellos Ana Margarita Virgil, presidenta del Movimiento Renovador Sandinista (MRS), las marchas continuarán de forma indefinida todos los miércoles y continuarán extendiéndose a otras capitales departamentales.
En la edición número 17 de las protestas en Managua, los manifestantes se encontraron con un despliegue policial, en donde las principales calles de la capital fueron cerradas, provocando embotellamientos.
Eliseo Nuñez, diputado del Partido Liberal Independiente, dijo a La Prensa que el cierre de perímetros y la falta de policías de tránsito fue un afán más del Gobierno por desvirtuar las protestas en contra del CSE, organización acusada de alterar los resultados en las elecciones municipales de 2008 y las presidenciales de 2011 a favor del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
“Hoy (5 de agosto) la Policía, que había venido teniendo presencia para regulación del tráfico, además de cerrar el kilómetro a la redonda de siempre, no reguló el tráfico en la mayor parte de Managua, para crear embotellamiento y echarnos la culpa” dijo Núñez, asegurando que los medios oficialistas desean que otras personas se manifiesten en contra de las protestas.
Otros manifestantes, como Carlos Bonilla, coordinador del Movimiento Democrático Nicaragüense, argumentaron que durante varias protestas ellos se manifestaron pacíficamente, siempre respetando la sede del CSE.
“No haríamos nada con meternos y tomar las instalaciones; lo que queremos son cambios en el poder electoral. Nosotros queremos la libre circulación para que los que no participan en las protestas puedan ir a sus trabajos o venir a vender”, dijo Bonilla.
En la ciudad de Somoto, más de 1.500 personas tomaron las calles en contra del presidente Daniel Ortega y a favor de unas elecciones limpias en noviembre de 2016, cuando Nicaragua elegirá a su presidente, vicepresidente y a otros miembros de su cuerpo congresista.
Para atender las quejas de comerciantes y negocios en los sectores afectados por las protestas, se espera que el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) se reúna con la Policía Nacional para reducir el perímetro de la zona y con los manifestantes para reducir los horarios de manifestación.
Sin embargo, el presidente de la Cosep, José Adán Aguerri, se mostró de acuerdo con respecto al derecho de los manifestantes a exigir un proceso electoral transparente, añadiendo que la Cosep pedirá observación internacional y nacional en las próximas elecciones.
Fuentes: Yahoo News, La Prensa.