Un extraño se lavó las manos y manchó la puerta del baño donde fue hallado el cadáver del fiscal argentino Alberto Nisman. Así lo informó el perito Daniel Salcedo este miércoles 22 de julio, en una junta médica ante la fiscal encargada del caso,Viviana Fein.
A seis meses de la misteriosa muerte de Alberto Nisman, nuevas declaraciones que aluden a un posible homicidio, siembran aún más dudas y zozobra en el caso.
Mediante una animación digital, el perito de la querella rechazó la posibilidad de suicidio ante Fein, pues según el experto, la sangre en la puerta del baño presenta “una proyección descendente y un punto de inicio a 60 centímetros de altura, casi medio metro por encima de donde quedó ubicada la cabeza de la víctima”.
Para Salcedo, el presunto asesino se situó detrás de Nisman, a la derecha y de pie, mientras que Nisman permanecía con una rodilla en el suelo, “a 47 centímetros del extremo lateral de la bañera”.
Las manchas de sangre se generarían al momento de que el asesino se sacudió las manos, una acción que “tiene que haber sido antes de lavarse”, dijo Salcedo.
La hipótesis de asesinato contradice la versión de la junta criminalística, que presentó un informe a principios de junio, en el cual se asegura que la muerte de Nisman fue producto de un suicidio.
Nicolás Vega Laiun, de la Unidad Criminalística de la Policía Federal, y el perito de la defensa, Luis Olavarría, aseguraron que las manchas a las que se refirió Salcedo indican que la puerta estaba cerrada al momento del disparo.
Si la mancha de la mesa se hubiera producido por “proyección intracraneal” (salida del cráneo al momento del disparo), argumentó Vega Laiun, los cajones del lavamanos y otras partes del baño deberían haberse manchado de sangre.
Sin embargo, no se pudo explicar la ausencia de manchas de sangre en el dedo índice de la mano derecha de Nisman, un punto reafirmado por Salcedo, ya que estas debieran haber sido manchadas al momento de apretar el gatillo del arma.
A pesar de que la Policía Federal descarta la presencia de otra persona en el lugar, la familia del fiscal argumenta que se trata de un homicidio.
Nisman, fiscal en la investigación del atentado terrorista a la mutualista judía AMIA en el que fallecieron 85 personas en 1994, apareció muerto con un disparo en la cabeza el 18 de enero dentro de su apartamento ubicado en el barrio de Puerto Madero.
Cuatro días antes, había acusado a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y a otros dirigentes del oficialismo por el supuesto encubrimiento de los imputados iraníes en el atentado.
Después de su muerte, la denuncia de Nisman fue desestimada por la justicia argentina.
Fuentes: La Gaceta de Tucumán, El Clarín, El Comercio.