La organización humanitaria Amnistía Internacional pidió el pasado 17 de junio a las autoridades mexicanas investigar “el escandaloso aumento” de ataques a los migrantes que cruzan indocumentados hacia Estado Unidos.
De acuerdo con los datos del organismo, 220 personas, incluyendo menores de edad, fueron agredidas por bandas y grupos criminales armados, cuando emprendieron el camino hacia ese país. La razón de las agresiones habría sido solo por con el objetivo de quitarles el dinero que llevaban. Amnistía hizo referencia a la posibilidad de que algunas de las víctimas hasta hayan sido asesinadas, sin embargo, aún no se revelan las cifras oficiales.
Desde Londres, Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de la organización, advirtió que México se ha convertido en “una trampa mortal para los inmigrantes, en la que bandas criminales acechan en cada esquina para tratar de asaltaros”.
La vocera lamentó que “muchos inmigrantes han muerto y desaparecido tratando de llegar a Estados Unidos en los últimos años”. Exhortó a las autoridades a que se tomen medidas para evitar que más personas mueran o se conviertan en víctimas en las zonas fronterizas entre México y su país vecino.
El viernes de la semana pasada, un grupo armado con pistolas, machetes y escopetas acorraló a un grupo de 100 migrantes centroamericanos que viajaban en un tren de mercancía, cerca de la localidad de Las Choapas, para quitarles todo su dinero, según Amnistía. Solo 44 personas lograron escapar del ataque.
En otro hecho registrado el 2 de junio, otros 120 indocumentados fueron atacados por un grupo irregular, vestidos de militares, en el estado de Sonora, al norte de México.
El secuestro de migrantes en ese país también ha aumentado. En 2013 se registraron 62 plagios, mientras que para el año pasado, la cifra superó los 682 casos reportados por las autoridades.
Amnistia planteó la posibilidad de crear un visado humanitario para las víctimas de estos “delitos graves”, en un país donde según Guevara-Rosas “están más dispuestos a deportar a las personas que a salvar vidas”.
La organización humanitaria también propuso al gobierno mexicano “proporcionar un refugio seguro para los sobrevivientes” de estos ataques.
Una estimación detalla que 200 mil migrantes indocumentados ingresan cada año a México por su frontera sur, con el fin de buscar una mejor vida en Estados Unidos. No obstante, el nuevo operativo de vigilancia que instalo México en su frontera obliga a los indocumentados a optar por inexplorados y peligros caminos.