EnglishAunque la Policía Federal mexicana afirma que fue durante un enfrentamiento con armas de fuego que mató a 42 presuntos integrantes de una banda criminal, el pasado viernes 22 de mayo, familiares de los fallecidos aseguran que fueron víctimas de una masacre.
En un clima de creciente especulación sobre la posibilidad de que hayan ocurrido ejecuciones, el Comisionado de Seguridad Nacional, Monte Alejandro Rubido, dijo en conferencia de prensa este lunes que la evidencia forense demuestra que los 42 muertos habían disparado sus armas y murieron debido a impactos de bala de larga distancia.
“Quizás hayan cometido algún delito, pero los federales los deberían haber arrestado, no matado así, a sangre fría y de una forma tan brutal”, dijo Teresa Tejada, madre de un hombre de 29 años que murió el viernes. “Los masacraron”.
“No hay una sola ejecución”, decretó este lunes el comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo, quien enumeró a tres personas fueron detenidas, y dos oficiales heridos. Además, informó que un agente murió durante el enfrentamiento.
El operativo del viernes recordó a muchos las imágenes del pueblo de Tlatlaya (a unos 250 km de Ciudad de México), cuando el año pasado integrantes del Ejército mataron a 22 supuestos integrantes de una banda criminal en una balacera, que concluyó con un soldado herido.
Más tarde, el Ejército admitió que algunos de los que se creía habían muerto durante el enfrentamiento, en realidad fueron ejecutados una vez que la confrontación había concluido.
La versión de los eventos del viernes “no es creíble”, consideró Raúl Benítez, un analista de seguridad en la Universidad Nacional Autónoma de México. “Cualquier analista que sabe algo de guerra sabe que esto no fue un combate”.
Rubido, sin embargo, señaló que el saldo desigual que dejó el enfrentamiento de más de tres horas se debió a la “capacitación y formación que tienen las fuerzas de seguridad” para enfrentar el crimen organizado.
“Calculamos que (en el rancho) podría haber entre 60 y 70 personas, todos armados con armas largas que deambulaban libremente por la zona, distribuyendo drogas, cobrando derecho de piso, asolando a las comunidades”, señaló el comisionado Galindo.
Fuerzas federales mexicanas fueron enviadas a un rancho aislado, lindante con la frontera del estado de Jalisco, luego de reportes de que un grupo criminal había tomado el rancho. La zona es conocida por ser uno de los bastiones del ascendente Cártel Jalisco Nueva Generación, al cual Rubido se refirió como “el cártel más beligerante”.
Fuentes: Infolatam, Wall Street Journal.