EnglishEste miércoles, la justicia guatemalteca detuvo al presidente del Banco Central y a directores del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) por un multimillonario fraude que afecta directamente a la cúpula del Gobierno de Otto Pérez Molina.
Juan de Dios Rodríguez, director del IGSS desde 2013 por designación del presidente y quien hoy es señalado como uno de los hombres de confianza de Pérez Molina, es uno de los principales implicados en la negociación de comisiones con la empresa farmacéutica Pisa por la adjudicación irregular de unos US$14,5 millones para la misma.
En cuanto a Julio Suárez, presidente del Banco Central, la justicia pudo comprobar casos de corrupción durante su gestión, además de acusarlo de estar implicado en el caso de la farmacéutica Pisa.
Iván Velásquez, representante de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, comentó en una conferencia de prensa que “hubo oferta y soborno mayor”, y que tienen “indicios absolutamente coherentes para demostrar que la junta directiva de la licitación incurrió en ilegalidades”.
Esta situación sucede poco después de que la vicepresidente del país, Roxana Baldetti, renunciara por implicaciones en un caso de corrupción aduanera.
El presidente respaldó la investigación y afirmó que “nadie está por encima de la ley”, además dijo que “es el primero en lamentar que estas situaciones se estén dando” y que “es el primero que pide que respondan ante la justicia”.
Sin embargo, estos hechos de corrupción han generado un ambiente de crisis que rodea a Pérez Molina, llegando incluso a darse manifestaciones pacíficas exigiendo la renuncia del presidente, como este sábado cuando unos 60 mil guatemaltecos salieron a las calles pidiendo la abdicación del presidente Molina.
Frente a estas manifestaciones, Pérez Molina, quien asegura que aún cuenta con el completo respaldo de su partido y de sus seguidores, aseveró en una rueda de prensa que no renunciará a su cargo y reconoció que durante su gestión ha habido errores, pero que lo importante es que “las cosas van mejorando y que la justicia está haciendo su trabajo”.