EnglishLa Cámara Baja del Parlamento canadiense aprobó este miércoles una controvertida ley antiterrorista, propuesta por el Gobierno Federal, que ampliaría las facultades de los servicios de inteligencia del país; y la cual, consideran los opositores, podría violar los derechos individuales de los ciudadanos. El Gobierno espera que el Senado la convierta en ley antes del verano boreal.

Los partidos Liberal y Conservador unieron esfuerzos para aprobar por 183 votos a favor contra 96 el proyecto, también conocido como Propuesta C-51.
Pese a los intentos opositores de introducir enmiendas que morigeren los alcances de ley, solamente cuatro cambios menores fueron acordados en la Cámara. El opositor Nuevo Partido Democrático (NPD) manifestó su rechazo al proyecto, y consideró que la ley otorga excesivos poderes sin ningún control en paralelo al Servicio Canadiense de Inteligencia y Seguridad (CSIS).
La norma expande las facultades de la policía para llevar a cabo arrestos preventivos; relaja los requisitos para impedir que un ciudadano pueda abordar un avión si resulta sospechoso a los ojos de las autoridades; e incrementa el intercambio de información sobre seguridad entre las distintas agencias federales, incluyendo información sensible en poder del fisco y del organismo que emite pasaportes.
Con la nueva norma, la Real Policía Montada del Canadá (RPMC) tendrá mayor flexibilidad para solicitar a un juez medidas de restricción que limiten los movimientos de los sospechosos, y extender la duración de los arrestos preventivos.
“La [ley] le proveerá a nuestras fuerzas policiales las herramientas que necesitan para proteger a los canadienses de las amenazas graves y dinámicas de organizaciones terroristas como ISIS”, señalo el ministro de Seguridad Pública, Steven Blaney.
Un aspecto clave de la norma es que permitirá a las policías solicitar una autorización judicial que les permita violar la ley o la Carta Canadiense de los Derechos y de las Libertades para frustrar presuntas amenazas a la seguridad del país.
El proyecto enfrentó importante oposición por parte de variados grupos que argumentan que va demasiado lejos y pone en peligro la privacidad y los derechos de los canadienses. De aprobarse, el servicio de inteligencia canadiense podrá tomar medidas “razonables y proporcionales” para frustrar activamente amenazas terroristas en un estado preparatorio “pre-criminal”.
Fuentes: Maclean’s, National Post.