EspañolLa activista cubana Rosa María Payá busca un cambio en Cuba, un cambio conforme al deseo de sus compatriotas. Para lograrlo, este lunes presentó Cuba Decide, una iniciativa ciudadana que pretende ofrecer una plataforma para que los cubanos puedan compartir las reformas que desean ver en la isla y votar en un plebiscito.

“Somos conscientes de que sólo a los cubanos nos corresponde definir y decidir sobre los cambios que necesita nuestra sociedad, y así realizar nuestro proyecto nacional”, sostiene su sitio web. “Pero para que los ciudadanos puedan diseñar, decidir y construir su futuro, deben ser garantizados sus derechos por las leyes, y lograrse un ambiente de confianza y respeto para todos”.
Payá llevó adelante la presentación del proyecto durante el Foro Democracia y Juventud en Panamá, en la misma semana en la que líderes regionales se reunirán en la Cumbre de las Américas, entre el 10 y 11 de abril.
“No importa cómo piensen los cubanos, porque de todas maneras no pueden decidir ni expresar su voluntad, porque no tienen esa herramienta. Porque nunca han sido consultados ni decidido en elecciones libres y plurales”, sostiene Payá en un video introductorio.
De acuerdo con el sitio web, el objetivo de Cuba Decide es promover un plebiscito en el cual los cubanos puedan contestar la siguiente pregunta: ¿Esta usted de acuerdo con que se convoque a elecciones libres, justas y plurales sobre las bases de una nueva ley electoral y un ambiente que permitan que todos los cubanos tengan derecho a ser nominados y elegidos democráticamente, ejerciendo la libertad de expresión y de prensa y organizándose libremente en partidos políticos y organizaciones sociales con total pluralidad? ¿Sí o No?
“Nuestra propuesta da continuidad a la peticion ciudadana del Proyecto Varela”, sostienen en referencia a la iniciativa liderada por el activista cubano Oswaldo Payá, quien falleció en 2012 en circunstancias aún no esclarecidas. El proyecto logró recolectar más de 25.000 firmas en 1998 para exigirle a la Asamblea Nacional de Cuba la sanción de una ley que permita la libertad de expresión, asociación, y elecciones libres en el país.
A pesar de haber logrado acumular más del doble de las 10.000 firmas requeridas para presentar un proyecto de ley, el Congreso cubano rechazó la propuesta argumentando que no se ajustaba a la ley.