EnglishCerca de 800 guatemaltecos presentaron la semana pasada ante un juzgado de Baltimore, Estados Unidos, una demanda por US$ 1.000 millones contra la Universidad Johns Hopkins y la Fundación Rockefeller, por haber sido, supuestamente, infectados con enfermedades de transmisión sexual (ETS) durante un experimento médico llevado a cabo entre 1945 y 1956.
La demanda sostiene que ambas entidades “diseñaron, apoyaron, incentivaron y financiaron” experimentos médicos en huérfanos, pacientes psiquiátricos y prostitutas. El objetivo del estudio era probar la efectividad de la penicilina para prevenir enfermedades.
Los demandantes aseguran que las instituciones no informaron acerca de las consecuencias que podría acarrear la participación en el estudio, así como tampoco se les informó que habían sido infectados con ETS, lo que resultó en la muerte de muchos pacientes y la transmisión de enfermedades como sífilis y gonorrea a sus parejas y descendientes.
El experimento permaneció en secreto hasta que fue descubierto por la profesora universitaria Susan Reverby. Tanto la Fundación Rockefeller como la Universidad Johns Hopkins negaron su participación en dicho estudio.
“El reclamo principal de los demandantes es que prominentes académicos de la Universidad Johns Hopkins participaron en un comité gubernamental que revisó las solicitudes de financiamiento fundamentales para llevar a cabo la investigación, y, por lo tanto, Johns Hopkins debería ser responsabilizada”, sostiene un comunicado publicado por la universidad. “Ninguna de esas afirmaciones son verdaderas”, concluye.
De acuerdo con la demanda, la Fundación Rockefeller designó un investigador que viajó por lo menos en seis ocasiones a Guatemala para supervisar el experimento. La ONG niega las acusaciones y afirma que los demandantes “buscan incorrectamente asignar ‘culpa por asociación’ en ausencia de una compensación por parte del Gobierno Federal de los Estados Unidos”.
El documento asegura que la Universidad Johns Hopkins ejerció una “influencia sustancial” para que se le asignaran recursos federales de Estados Unidos a la investigación.
Asimismo, la empresa farmacéutica Bristol-Myers Squibb también aparece como demandada por proporcionar los químicos para el experimento.
Se trata del segundo intento por parte de los guatemaltecos de obtener una compensación luego de que juez estadounidense desestimó una demanda contra el Gobierno de los Estados Unidos sobre el Estudio de Inoculación de ETS del Servicio de Salud Pública realizado entre 1946 y 1948.
Según el estudio, más de 1.600 personas fueron infectadas: 696 con sífilis, 772 con gonorrea y 142 con chancros.
Fuentes: CNN, The Guardian.