EnglishCon la entrada en vigencia de la ley conocida como la “crudita“, este domingo aumentó el impuesto sobre el barril del petróleo de US$9,25 a $15,50, que elevará el precio de la gasolina entre tres y cuatro centavos —en torno a un 6%. La medida tiene como objetivo elevar la recaudación fiscal y proporcionar una mayor liquidez al Banco Gubernamental de Fomento (BGF).
A finales de febrero, el BGF mantenía una liquidez de $1.227 millones, una disminución del 12,6% de la cantidad registrada a comienzos de 2015.
A partir del aumento el gobierno busca recaudar unos $185 millones que le permitiría subvencionar a la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT) para conseguir su estabilidad financiera.
“Eso es terrible porque los volúmenes van bajando en Puerto Rico, los vehículos son más eficientes, la emigración… Por todos estos fenómenos baja el consumo y ellos lo saben, aunque lo niegan, lo saben”, consideró Ricardo Román, presidente de la Asociación de Detallistas de Gasolina.
Además, tras la aprobación de la ley, el gobierno podrá realizar una emisión de deuda (respaldada por los ingresos que se prevén obtener con la “crudita”) de alrededor de $2.000 millones que le otorgarán un soplo de aire fresco a las debilitadas cuentas del BGF.
Una enmienda aprobada el pasado martes 10 de marzo dispone que el Departamento de Hacienda revisará anualmente la tasa en función de la recaudación obtenida tras el aumento fiscal.
Según el presidente de la Cámara de Representantes del Estado Libre Asociado, Jaime Perelló, el mecanismo le permitirá al gobierno garantizar una recaudación determinada para poder completar la emisión de deuda.
La “crudita” forma parte de una serie de medidas del Ejecutivo para enfrentar una difícil situación fiscal, y dotarse de fondos para mantener operativas varias agencias gubernamentales. Entre ellas, la Autoridad de Energía Eléctrica es la entidad que presenta el estado más delicado al poseer una deuda aproximada de $9.000 millones, lo que la llevó a renegociar los plazos de pago frente a sus acreedores.
Fuentes: El Comercio, Metro.