Dos agentes de policía resultaron heridos en la madrugada del jueves durante una pequeña manifestación en Ferguson, Misuri, la ciudad que quedó conmocionada tras la muerte de Michael Brown, un joven afroamericano desarmado de 18 años, en manos de un policía que le disparó a mediados de agosto de 2014.
Un oficial de la policía del condado de Webster Groves, de 32 años, resultó gravemente herido al recibir un impacto de bala en la cara, mientras que otro agente del condado St. Louis, de 41 años, recibió un impacto en el hombro. Ambos se encontraban frente a la comisaría de Ferguson, y actualmente están hospitalizados a causa de las heridas.
“Estos dos oficiales de policías estaban parados ahí y fueron disparados, simplemente porque eran oficiales de policía”, dijo en conferencia de prensa el jefe de la policía del condado de St. Louis, Jon Belmar.
Pese a que aún no se conocen las circunstancias exactas del tiroteo, varios manifestantes señalaron que los disparos se originaron desde una zona elevada, detrás de donde se encontraban los manifestantes.
“Para ser honesto con ustedes, no se quien realizó el disparo. Pero de alguna manera [el que lo hizo] estaba entre el grupo de manifestantes”, afirmó Belmar.
Las protestas en Ferguson se han convertido en parte de la rutina de la ciudad desde la muerte de Brown, sin embargo, esta es la primera ocasión en la que un agente policial resulta tiroteado.
Los manifestantes se congregaron el miércoles por la noche tras conocerse la la renuncia del jefe de la policía local, Thomas Jackson, el sexto policía de alto rango en perder su trabajo desde la publicación de un lapidario informe del Departamento de Justicia que concluye que la policía y los juzgados de la localidad acusaban a personas de color de manera desproporcionada y frecuente, violando sus derechos constitucionales.
Fuente: The Guardian.