Farías tenía 19 años, era estudiante de Contaduría de la Universidad Rafael Belloso Chacín (URBE) en Maracaibo.
Fue herido con un tiro en el abdomen el 29 de mayo de 2014 mientras participaba en las protestas organizadas por esa casa de estudios.
Desde el día que resultó herido hasta el día en que murió, fue sometido a varias intervenciones quirúrgicas pero no logró recuperarse; 23 días permaneció en terapia intensiva y falleció el 21 de junio siguiente. Por su caso no ha sido detenida ninguna persona.
En septiembre de 2014, se conoció que Jesús Albornoz y Elenis Rodríguez, de la ONG Fundeci, representantes legales de la familia Farías, denunciaron contradicciones en la investigación del homicidio del joven, por lo cual pidieron la exhumación del cuerpo del estudiante.
La abogada Elenis Rodríguez dijo que la víctima fue operada dos veces y que existen dos versiones médicas: en la primera operación se dijo que había sido herido por una bala y en la segunda que fue atacado con una metra [canica]. Rodríguez mostró preocupación por la contaminación de las pruebas.
Estudiantes de la URBE aseguraron en una protesta del 26 de junio que los funcionarios de la Policía del Estado Zulia fueron los responsables de la muerte del estudiante. La dirigencia estudiantil se encargó de desmentir la versión de la Gobernación del Zulia de que el joven había sido golpeado por una metra.
Farías fue la última víctima de las protestas políticas que se iniciaron en Venezuela el 12 de febrero de 2014.