La decisión del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, de incluir al activista puertorriqueño Ruben Berríos en su delegación de la III Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), precipitó el cierre del evento, que inició el 28 de enero en Costa Rica.
En la cumbre plenaria, Ortega decidió cederle su turno al presidente del Partido Independentista Puertorriqueño para que expusiera a favor de la independencia de Puerto Rico.
Berríos demandó al foro adoptar una serie de medidas de respaldo a la lucha por la independencia de Puerto Rico, entre ellas un plan para que la Asamblea General de la ONU se pronuncie sobre el caso de Puerto Rico; exigir a Estados Unidos la liberación del preso político Óscar López y estar atenta a cualquier maniobra por perpetuar el colonialismo bajo un disfraz.
La decisión suscitó la protesta del presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, a cargo de la moderación del foro, quien recordó que la Celac “tiene procedimientos para establecer sus resoluciones”.
Ortega, molesto por el comentario del presidente costarricense, exigió que se respete su voluntad de cederle el espacio a Berríos.
“Aquí está hablando Nicaragua como Estado, como nación, y la voz de Puerto Rico es la voz de Nicaragua, así que le pido un poco de respeto”, afirmó.
El presidente nicaragüense insistió en la presencia del puertorriqueño en un encuentro privado entre presidentes, lo que derivó en su suspensión para evitar mayores altercados entre los mandatarios, explicó Solís tras la finalización de la cumbre.
“Hicimos todo lo posible apelando a otras delegaciones que no tolerarían un retiro en esos términos, pero ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con Nicaragua, tuve que tomar la decisión de dar por terminado el retiro, para no tener un incidente con peores males”, dijo.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, respaldó la postura de Solís al considerar que la violación marcaría un mal precedente.
“Se ha sentado un precedente nefasto, no podría Estados Unidos en la Cumbre de las Américas ceder el espacio a Inglaterra para hablar de las Malvinas. Con los procedimientos equivocados, se marca un precedente negativo”, señaló Correa.
Desde 2010, Costa Rica y Nicaragua mantienen frías relaciones diplomáticas a raíz de una serie de conflictos fronterizos que se están ventilando ante la Corte Internacional de Justicia.
Fuentes: Noticias 24, El Nuevo Herald.