English Version
El Gobierno del expresidente panameño Ricardo Martinelli (2009-2014) invirtió US$13,4 millones en la compra de un equipo de espionaje capaz de captar los datos de cualquier celular y copiar sus archivos de audio, video e imágenes, según una investigación del diario local La Prensa.
Martinelli, habría adquirido el equipo a mediados del 2010 a la empresa israelí M.L.M. Protection, a través del extinto Fondo de Inversión Social (FIS), actualmente Programa de Ayuda Nacional (PAN). En la actualidad, ningún funcionario alega conocer el paradero del equipo.
Del mismo modo, los cinco funcionarios del Consejo de Seguridad Nacional, a cargo de la operación del equipo, también se encuentran desaparecidos.
Rolando López, actual director del Consejo de Seguridad Nacional, apuntó contra su antecesor, Alejandro Garuz, por la desaparición del equipo y presentó como denuncia los comprobantes de depósitos hechos por el PAN para adquirir el equipo espía.
Frente al reclamo, Garuz negó tener información sobre el equipo, al igual que todos los directores del Consejo de Seguridad Nacional de la gestión de Martinelli, quienes afirmaron nunca haber visto el artefacto.
Una fuente le indicó a La Prensa que el aparato efectivamente estuvo en uno de los edificios del Consejo de Seguridad Nacional en Quarry Heights, en las faldas del cerro Ancón (Ciudad de Panamá) y lo “movieron” (desaparecieron) tras conocerse que Juan Carlos Varela había ganado las elecciones presidenciales el pasado mes de mayo.
Por el valor de los equipos, su adquisición debía contar con la aprobación de la junta directiva del FIS, compuesta entonces Guillermo Ferrufino, ministro de Desarrollo Social; Lucy Molinar, ministra de Educación; Federico Suárez, ministro de Obras Públicas, y Demetrio Papadimitriu, ministro de la Presidencia.
Papadimitriu confirmó a La Prensa la compra del equipo de espionaje, capaz de interceptar las comunicaciones de mensajería instantánea de aplicaciones como WhatsApp y Blakcberry Messenger.
La empresa israelí M.L.M. Protection mantenía ya en el 2010 un contrato con el Gobierno de Martinelli para el entrenamiento y capacitación de agentes del Servicio de Protección Institucional (SPI), a cargo de la vigilancia del Presidente, y presuntamente fue la que sugirió la compra del artefacto debido a una “crisis de seguridad nacional”.
En 2010, un cable filtrado por Wikileaks reveló que Martinelli le había solicitado asistencia a la embajadora de Estados Unidos en Panamá para intervenir los teléfonos de sus opositores políticos.
Fuente: La Prensa.
