English La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, se alzó con la victoria preliminar en las elecciones presidenciales de este domingo. La candidata por el Partido de los Trabajadores (PT) obtuvo el 41,5% de los votos, seguida por Aécio Neves (Social Democracia Brasileña), quien con el 33,6% resurgió en porcentaje, tras ser aventajado por Marina Silva durante gran parte de la campaña.
Silva, del Partido Socialista, a pesar de su fugaz ascenso en las encuesta, terminó relegada al tercer lugar con el 21,3% de los votos.
Ahora, Rousseff, al no alcanzar la mitad más uno de los votos, deberá enfrentarse a Neves en una segunda vuelta programada para el próximo 26 de octubre.
“La lucha continúa, una lucha que sin duda será, una vez más, victoriosa, porque es la lucha de la mayoría del pueblo brasileño”, declaró Rousseff tras conocerse los resultados. “El pueblo brasileño ansía más avances y dice que ve, en el proyecto que yo represento, la más legítima y confiable fuerza de cambio. Es una responsabilidad que nosotros, que defendemos ese proyecto, tenemos que asumir ante la historia”, agregó.
Neves, quien derribó cualquier pronostico de las encuestas, hizo un llamado a la unión para derrotar a Rousseff. “Mi candidatura no es más la candidatura de un partido político, o de un conjunto de alianzas. Es un sentimiento más puro, de todos los brasileños que aún tienen la capacidad de indignarse”, señaló el candidato. “No nos vamos dispersar, espero poder hacer el camino al lado de cada brasileño que quiera un Gobierno eficiente. La campaña será muy intensa”, añadió.
Silva, a quien hasta el jueves las encuestas señalaban como favorita para acceder a la segunda vuelta, deberá ahora decidir si llamará a sus votantes a votar por Neves en la próxima instancia electoral. “Brasil señalizó claramente que no concuerda con lo que hay”, manifestó Silva desde San Pablo. “Tenemos una alianza con varios partidos, y queremos adoptar una posición conjunta, para mantener lo que nos unió, que es nuestro programa”, agregó la candidata del Partido Socialista.
Durante la jornada electoral se detuvieron a 551 personas por delitos electorales, de los cuales 55 eran candidatos a asambleas legislativas regionales, según informó el Tribunal Superior Electoral. La gran mayoría de los 1.662 incidentes estuvieron relacionados con la distribución de propaganda política en el día de los comicios, algo prohibido por las leyes brasileñas.