El ya de por sí grave problema de inflación que sufre Argentina podría agravarse en los próximos meses.
Ante la escasez de dólares estadounidenses como consecuencia del default y en el medio de una recesión, el Gobierno recurrirá a la emisión monetaria para inyectar en los próximos meses entre AR$80.000 y $100.000 millones (entre US$5,6 mil millones y US$7,1 mil millones) a la economía local, triplicando la expansión monetaria en relación al mismo bimestre del año anterior, según informó la revista argentina Fortuna.
La cifra, que representa un tercio del circulante actual, tendrá origen en los vencimientos de los Lebac —el instrumento mediante el cual el Banco Central de Argentina aspira pesos en el mercado— más lo que se proyecta emitir para satisfacer las necesidades de financiamiento del fisco, explicó a Fortuna el director de la consultora Perspectivas Económicas, Luis Secco.
Argentina se sitúa entre los países que lideran los rankings de inflación a nivel mundial. Según informes privados la inflación anual asciende aun 35%, y para finales de este año y comienzos del próximo se podría ubicar entre un 44-45% anual.
El principal impulsor de la medida es el ministro de Economía Axel Kiciloff, quien busca promover el consumo interno. Sin embargo, este enfoque es disputado por el presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, más propenso a subir las tasas de interés para restringir la inflación y evitar una mayor devaluación del peso argentino.
El mes de agosto la compra de moneda extranjera registró un nuevo récord en el país. Alrededor de 389.000 personas adquirieron más de US$259 millones en el mercado oficial, al que únicamente se puede acceder mediante la autorización de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), el organismo recaudador de impuestos.
Por otro lado, la cotización de la moneda estadounidense en el mercado negro cerró el mes ubicándose en AR$14,00 por cada dólar estadounidense, luego de alcanzar un pico histórico de AR$14,45. En lo que va del año, el llamado dólar libre aumentó un 40%, mientras que la brecha entre la cotización oficial y la cotización del mercado negro se mantuvo en un 66%.
Fuente: Fortuna.