Barack Obama no considera que la legalización de la marihuana sea una solución para enfrentar los problemas de consumo e incluso de narcotráfico, según afirmó en una entrevista publicada el pasado domingo.
“Como ha quedado bien documentado, fumé marihuana de joven y yo lo veo como un mal hábito, similar a los cigarrillos que he fumado durante mi juventud y en gran parte de mi vida adulta. No creo que (fumar marihuana) sea más peligroso que el alcohol”, afirmó el mandatario norteamericano. Más allá de su postura laxa, el presidente afirmó que no recomienda su consumo: “Les he dicho a mis hijas que es una mala idea, una pérdida de tiempo y no muy saludable”.
Siguiendo esta línea, el presidente criticó también la ley norteamericana, que según afirma perjudica en mayor medida a minorías como la negra o la hispana. “No deberíamos encerrar en la cárcel a jóvenes o individuos por largos períodos de tiempo por consumir cuando los que están escribiendo esas leyes han hecho probablemente lo mismo”.
Para Obama, la problemática gira en torno a los límites. La despenalización no será una solución definitiva y rápida a los problemas vinculados a la marihuana, ya que estos son parte de una lógica mucho más compleja.
Fuente: Infobae.