
Esta semana, como resultado de una investigación, los «bolichicos» recibieron un duro golpe en Miami: una corte federal desmanteló parte de una red que lavaba dinero de la estatal petrolera venezolana, PDVSA. Sin embargo, la investigación no ha culminado y el dictador Nicolás Maduro se encuentra en el centro de la trama.
Según dijo una fuente cercana al caso, al diario Miami Herald, “los hijastros de Nicolás Maduro recibieron USD $ 200 millones en dinero sucio y el magnate venezolano, Raúl Gorrín otros USD $78 millones”.
“Maduro es el individuo identificado como ‘Funcionario Venezolano 2’ en la acusación presentada el miércoles en la Corte Federal de Miami, que delinea una conspiración para lavar USD $1.200 millones malversados a las arcas de la estatal Petróleos de Venezuela”, se lee en El Nuevo Herald.
En la denuncia presentada el miércoles, un grupo de venezolanos y extranjeros fue acusado de formar parte de la red que había lavado, al menos, USD $1.200 millones de PDVSA. Era dinero, ilícito, que se obtenía gracias a la distorsión cambiaria que impera en Venezuela y al acceso a fondos de la estatal petrolera.
Ese miércoles, el principal venezolano acusado fue el «bolichico» Francisco Convit Guruceaga, accionista de la corrupta constructora Derwick Associates. No obstante, ahora el nombre de Nicolás Maduro sobresale, gracias a la información proveída por la fuente al Miami Herald.
“El mismísimo dictador Nicolás Maduro en el centro de la red de lavado en PDVSA que investiga la Fiscalía de Miami, según fuentes federales”, escribió en su cuenta de Twitter el periodista y ganador del Emmy, Casto Ocando.
Aún no se han presentado cargos contra el chavista, “pero las fuentes dijeron que está siendo investigado por permitir que familiares, allegados y funcionarios saquearan a PDVSA, para luego tratar de lavar miles de millones en bancos europeos y estadounidenses, propiedades inmobiliarias en el sur de la Florida y en otros activos”.
Una fuente dijo al medio que “todo se maneja a través de él [Maduro]”.
Principalmente, son los tres hijos de la mujer de Maduro, Cilia Flores, quienes están implicados. Son denominados como “los hijos políticos del Funcionario Venezolano 2” o “Los chamos”. Y se les relaciona estrechamente con el empresario corrupto Francisco Convit Guruceaga, ya acusado este miércoles en Miami.
Por otra parte, Raúl Gorrín, el dueño del canal Globovisión, es descrito como “otro presunto millonario, miembro de la boliburguesía y dueño de una red de televisión en Venezuela”.
“En la acusación presentada en la corte, los fiscales describen un documento que brinda detalles de 10 transferencias realizadas desde PDVSA entre el 29 de diciembre de 2014 y el 3 de febrero de 2015, sumando cerca de 512 millones de euros”, se lee en El Nuevo Herald. Y, de ese monto, al menos USD $200 millones terminaron en los bolsillos de los hijos de Cilia Flores. Otros USD $60 millones en los de Raúl Gorrín.
Serían USD $1.200 millones y demasiado los implicados. Además de Gorrín, Maduro y Convit, también surge el nombre del banquero alemán Matthias Krull, quien ya fue arrestado en el aeropuerto de Miami.
Se trata del saqueo de una nación. De un robo sin precedentes del que aún no se tiene toda la información. Y, como muy bien dice el filósofo Erik Del Bufalo, “si un casino o una inmobiliaria pueden lavar grandes sumas de dinero, imagínese cuánto pudo haber lavado una compañía petrolera”.