En su última columna publicada en el diario El Nuevo Herald, el reconocido periodista y escritor argentino, Andrés Oppenheimer, aprovechó para insistir en una inmensa verdad: el (ex)chavista Henri Falcón es un traidor. Un colaborador del régimen dictatorial de Nicolás Maduro.
“Hay una gran falencia en la posición común del presidente Trump, la Unión Europea y los países más grandes de América Latina de no reconocer los resultados del fraudulento proceso electoral para las elecciones del 20 de mayo en Venezuela: la falta de una denuncia explícita a la candidatura del supuesto líder opositor Henri Falcón”, inicia Oppenheimer en su columna.
Esto que escribe es, sin duda, fundamental. Pues no se trata solo de denunciar la falta de condiciones y garantías para la farsa de mayo; sino que hay un factor decisivo y que es importante revelar —sobre todo a la comunidad internacional—.
“Falcón, el mayor traidor del momento en Venezuela, podría llegar a darle una cuota de credibilidad a las elecciones presidenciales más tramposas en la historia reciente de Sudamérica”, escribe. Luego, señala: “A menos que las democracias occidentales lo denuncien explícitamente como un impostor, un número de venezolanos más grande que lo esperado podría votar por Falcón, e inadvertidamente darle un barniz de seriedad a la farsa electoral de Maduro”.
Oppenheimer hace un breve repaso por el timorato historial de complicidades de Henri Falcón: fue chavista, luego no; luego sí. Y ahora, dice que no, pero sí.
“Recientemente, cambió de mando nuevamente. Justo cuando sus excompañeros de la MUD, la OEA, Estados unidos, México, Brasil, Argentina y prácticamente todos los demás países latinoamericanos decidieron denunciar los comicios del 20 de mayo, Falcón anuncia su candidatura presidencial”.
En el texto, el periodista argentino explica por qué el proceso de mayo “es un chiste”. Son argumentos que sugieren que la postura de Falcón es la de un colaboracionista.
“Ahora todo indica que Maduro inventará un resultado electoral que lo mostrará ganándole a Falcón por un pequeño margen, para que parezca una elección competitiva. Maduro espera que un resultado apretado le dé al menos a algunos países un pretexto para seguir haciendo negocios con su dictadura”, escribe Andrés Oppenheimer.
El escritor está seguro de que el contrincante de Maduro no ganará. Por lo que se hace la pertinente pregunta: “¿Por qué se postularía?”. Según le respondieron algunos “líderes” de la oposición venezolana, una de las principales razones de su candidatura es que es posible que Falcón esté buscando fortalecer su imagen para un eventual “gobierno de unidad nacional”.
“Para evitar que Falcón le dé cierta legitimidad al fraudulento proceso electoral de Maduro, las democracias occidentales deberían decirle explícitamente a los votantes venezolanos que la candidatura de Falcón es un engaño y amenazar con imponerle sanciones financieras al candidato a menos que se retire de la contienda”, culmina Andrés Oppenheimer en El Nuevo Herald.
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