La existencia de paramilitares en Venezuela es una verdad como un templo. Son los hijos de la Revolución Bolivariana. Concebidos, primero, bajo la administración de Hugo Chávez. Se les llama colectivos, pero no son sino bandas de civiles armadas por el Estado para defender el proceso. Un tropel de delincuentes al servicio del tirano.
Los venezolanos saben de su existencia. La han sufrido. Han sido asesinados por ellos. Pero costó mucho que se dejara de entender su existencia como “organización comunitaria” de vecinos cuyo objetivo era organizar eventos a favor de la Revolución Bolivariana; y se comprendiera su verdadero carácter delincuencial.
Ahora no solo son los ciudadanos del devastado país los que entienden su carácter; también una de las primeras potencias del mundo: en su informe anual sobre los derechos humanos, el Departamento de Estado de Estados Unidos reconoce y condena la existencia de bandas de civiles armados por el Estado.
“Según denunció Washington (…) el Gobierno de Venezuela incluso patrocinó a los llamados ‘colectivos’, grupos paramilitares que emplean la violencia para acallar las voces contrarias al actual Ejecutivo”, se lee en el medio DW.
El informe se extiende y reseña los asesinatos, las torturas y las ejecuciones extrajudiciales en Venezuela. En síntesis, expone al Estado venezolano, en su totalidad, como violador de derechos humanos fundamentales. Como criminal.
“Los asuntos más significativos en cuanto a derechos humanos incluyen asesinatos extrajudiciales por parte de las fuerzas de seguridad, incluidos aquellos ejecutados por los ‘colectivos’ patrocinados por el Gobierno y torturas ejercidas por las fuerzas de seguridad”, se lee en el informe del Departamento de Estado.
Estos grupos paramilitares se exponen cada cierto tiempo como el brazo armado y anónimo del régimen. Actúan con impunidad, siempre amparado por las fuerzas de seguridad del Estado.
Quizá una de las primeras exposiciones de civiles armados a favor del chavismo fue en 2002, cuando una masiva protesta que se dirigía al palacio presidencial de Miraflores fue atacada por un grupo de delincuentes chavistas. Aquella desgracia que dejó 19 muertos, quedó impune.
Con el desarrollo de la Revolución Bolivariana, estos grupos se integraron en movimientos políticos locales. Algunos tienen un origen previo a Hugo Chávez —como los Tuparamos, que se conformaron en los 70 pero tuvo más relevancia bajo el régimen socialista—. Otros surgieron gracias al apoyo directo del Estado. Son entre 20 y 100 y algunos de los más destacados son el Frente Francisco de Miranda, Alexis Vive, La Piedrita y Ciudad Socialista Frente 5 de Marzo.
A mediados de los 2000 se expusieron atacando a las empresas privadas y a los periodistas. Amenazando a cualquiera que se alzara en contra del tirano emergente. En 2009, luego de que Hugo Chávez acusara a la nunciatura apostólica del Vaticano de intervenir en su Gobierno, los paramilitares atacaron la sede de los católicos.
Se exhiben en las manifestaciones populares en contra del régimen. Asumen, durante las protestas, el papel que por ley no le corresponde a las fuerzas de seguridad del Estado. Muchos son los que han sido asesinados por miembros de las fuerzas paramilitares del Estado.
https://www.youtube.com/watch?v=PPorYqHJTbM
https://www.youtube.com/watch?v=JQBjBxJgGXw
Para entender un poco mejor quiénes son los que conforman estas bandas paramilitares, cuáles son sus propósitos y cómo se conformaron, está la entrevista que en junio de 2016 la periodista del PanAm Post, Sabrina Martín, hizo al dirigente venezolano Saverio Vivas.
Vivas vive en el oeste de Caracas en Catia, una zona en la que actúan con impunidad al menos 20 grupos paramilitares. El dirigente aseguró a PanAm Post que estos civiles armados son, al mismo tiempo, funcionarios públicos y reciben financiamiento del Estado.
“Ellos están en las nóminas de las alcaldías socialistas, en las nóminas de los ministerios. Y observamos que, desde el Gobierno, sacan partidas de dinero y contratan como funcionarios de seguridad a individuos que son delincuentes. Y digo que son delincuentes porque están dispuestos a matar”, dijo Vivas.
De acuerdo con la organización internacional Human Rights Watch, los «colectivos» son “bandas armadas que utilizan la violencia con impunidad y acosan a los opositores políticos del Gobierno venezolano”.
Por último, con respecto al informe del Departamento de Estado de Estados Unidos, el profesor de la Universidad de Münster en Alemania, Ivo Hernández, dijo: “Esos tampoco escaparán de la justicia. Los colectivos asesinos, disfrazados de ‘cooperativas’ y, desde siempre, amparados por la izquierda que vio en ellos la mano no institucional para cometer sus crímenes, deben ser neutralizados. Están armados y tienen mucho dinero”.