Mientras el resto de partidos de la Mesa de la Unidad Democrática, “deshojan la margarita” —como escribe el historiador Enrique Aristeguieta Gramkco—, la fuerza política de Leopoldo López, Voluntad Popular, aprovechó para aclarar su posición ante las fraudulentas elecciones presidenciales: no inscribirán ni apoyarán a ningún candidato “opositor”.
La MUD —o aquella coalición agónica de partidos presuntamente opositores que pretende representar algo— lleva días en una especie de cónclave para responder a un escenario bastante claro. Se habla del G-4, o las principales fuerzas políticas de la coalición: Primero Justicia, Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo y Voluntad Popular.
Y, aunque la comunidad internacional ha sido bastante clara: no apoyarán ningún proceso electoral que se subordine a la ilegal Asamblea Nacional Constituyente y tampoco reconocerán ningún resultado que de este proceso se produzca; y aún la sociedad habiéndose expresado con claridad en contra de las presidenciales; los integrantes de la MUD dan a entender que todavía hay una decisión que tomar.
Es evidente que no hay ninguna disyuntiva. Plantear lo contrario a abstenerse en el próximo fraude será ir en contra de los venezolanos racionales y de la comunidad internacional. Esto, al parecer, lo entendió uno de los integrantes del G-4 y decidió, a espaldas de la MUD, dejar clara su postura.
A través de un comunicado, Voluntad Popular, la fuerza del preso político Leopoldo López, pidió a los venezolanos “no convalidar el fraude electoral del 22 de abril”.
“La mayoría de los venezolanos aspiramos salir de la dictadura de Nicolás Maduro, pero la naturaleza criminal, cobarde y dictatorial del régimen quiere cerrar todos los mecanismos electorales que el pueblo tiene a su disposición para expresar y hacer valer su voluntad de cambio”
“Es por ello que pretenden corromper la convocatoria de elecciones presidenciales, que constitucionalmente corresponde para este año 2018, y degradarla a un simulacro electoral fraudulento e inconstitucional en el que el pueblo pueda votar, pero no elegir”, señalan.
De cuerdo con Voluntad Popular, la dictadura tiene le intención de manipular las próximas elecciones presidenciales y para ello necesita “que la oposición venezolana legitime con su participación ese fraude”.
Por último, en el comunicado se mencionan tres decisiones de cara a las próximas elecciones presidenciales fraudulentas.
Primero, la fuerza política de Leopoldo López acuerda que “no convalidará el fraude electoral convocado por la dictadura para el 22 de abril de 2018”. “No postularemos ni respaldaremos candidato algunos y llamamos a todas las organizaciones políticas democráticas a no participar ni convalidar el fraude del 22 de abril”, se lee.
“Quien se inscriba en estas condiciones estará haciéndole un favor a la dictadura”.
De segundo lugar, se propone la creación de un “gran movimiento nacional e internacional de lucha y resistencia”, cuyo fin sea lograr que en Venezuela se celebren elecciones presidenciales libres.
“Bajo ningún concepto podemos asumir que el no participar en la farsa electoral se pueda traducir en inacción, inmovilización, sumisión o mera abstención”.
Por último, manifiestan su respaldo a la Iglesia Católica de Venezuela (Conferencia Episcopal) y a “diferentes liderazgos y organizaciones políticas” que buscan conformar un “frente amplio de lucha por la democracia”.
Aunque en varias oportunidades Voluntad Popular propone la conformación de un verdadero frente amplio, no menciona en ningún momento a la alianza Soy Venezuela, que se ha alzado como un movimiento que aglutina a diferentes posturas políticas con el fin de ser punta de lanza en la lucha contra Nicolás Maduro.
Es importante señalarlo porque ahora, con este comunicado, Voluntad Popular asume una postura similar a la de la alianza Soy Venezuela, que es dirigida principalmente por María Corina Machado, Antonio Ledezma y Diego Arria.
Desde su fundación, Voluntad Popular había sido una de las fuerzas políticas más aguerridas del país. Sin embargo, luego de la ilegal prisión a Leopoldo López, su ímpetu empezó a menguar. Hasta el punto de que ya es otro partido más del rechazado statu quo “opositor”: promotor de los diálogos, el año pasado participó en el fraude electoral de las regionales, etcétera.
No obstante, este último mensaje implica un aparente viraje y un rechazo a la Mesa de la Unidad Democrático —ya algunos de sus partidos, como Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo y Avanzada Progresista han asegurado que quieren participar en este próximo fraude—.
Se debe recordar que aunque Voluntad Popular forma parte de ese grupo de “opositores”, al extremo moderados; en sus filas hay varios dirigentes que desde hace un tiempo son abiertos en cuanto a sus posturas disidentes de la MUD (David Smolansky, Rosmit Mantilla, Roberto Smith).
La condición de Leopoldo López, posible motivo del cambio
Mientras estuvo en la prisión de Ramo Verde, Leopoldo López continuó manteniéndose firme en contra de la tiranía. Supuestamente hubo muchos ofrecimientos para que su postura cambiara, pero jamás cedió.
En medio de las fuertes manifestaciones del año pasado (junio), López logró burlar el aislamiento de su secuestro y difundió un video en el que pidió a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana rebelarse en contra de Nicolás Maduro. A los días el régimen chavista otorgó al dirigente una medida cautelar de casa por cárcel. Desde su hogar, el 26 de julio volvió a hablar a los venezolanos a través de un video difundido en sus redes.
Después de que la dictadura logró imponer la Asamblea Nacional Constituyente, el pasado 30 de julio, Antonio Ledezma también envió un fuerte mensaje, dirigido sobre todo a la “oposición” oficial venezolana. Al día siguiente la dictadura respondió a las malcriadeces de Ledezma y López: los devolvió a la prisión de Ramo Verde.
Cinco días después el líder de Voluntad Popular volvió a su arresto domiciliario. Pero el del 26 de julio fue su último mensaje. Nuevamente en su casa, no volvió a hacer llamados de rebeldía.
Posteriormente a estos incidentes fue que Voluntad Popular se adhirió a la decisión de Henry Ramos Allup —el secretario de Acción Democrática— de participar en las elecciones regionales. También, luego, VP se convirtió en uno de los principales promotores del estéril diálogo con el chavismo.
Pero hace unos días, el nombre de Leopoldo López empezó a sonar otra vez. Desde Colombia, la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, la principal responsable del ilegal secuestro del fundador de Voluntad Popular, confesó que fue presionada por el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, para ordenar la cárcel contra López.
Sus declaraciones impulsaron nuevamente a Voluntad Popular a exigir la inmediata liberación de Leopoldo López. Y, por otra parte, desde España, el padre del dirigente aseguró que su hijo continúa padeciendo diferentes torturas, incluso en su hogar.
“No ha cambiado el aislamiento y tiene un grillete que indica a su carcelero si sale del radio de su vivienda”, dijo Leopoldo López Gil, padre del preso político, según se lee en el medio español ABC.
De acuerdo con López Gil, a Leopoldo López le impiden comunicarse, ni siquiera utilizando un intermediario. Lo amenazan con castigarlo a él “y a su familia”, y “no se le permite hacer público su pensamiento, que es esencial en un líder, que no puede indicar el camino a su organización ni a sus ciudadanos si no se le permite el uso de la palabra”.
Tiene prohibida las visitas y, de acuerdo con el padre, lo someten a la peor de las torturas: “La incertidumbre”.