De repente Nicolás Maduro se ha dado cuenta de que la estatal petrolera PDVSA viene fallando por problemas internos —y no por una guerra económica—.
No obstante, en la más reciente purga (Eulogio del Pino y Nelson Martínez fueron detenidos y se habla de otras persecuciones) podría obedecer a simplemente una orden proveniente de la potencia extranjera aliada del chavismo, Rusia.
De acuerdo con el medio El Pitazo, fuentes independientes señalaron que, debido a la “difícil situación financiera de PDVSA”, la dictadura de Maduro se ha visto obligada a “buscar inversores internacionales que inyecten dinero para reactivar la producción de petróleo y de productos terminados como la gasolina”.
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“(…) por lo menos rusos, chinos e iraníes estarían interesados en participar en una reactivación de la estatal, pero pidieron limpiar a la compañía de la corrupción, antes de proceder, por ejemplo, a firmar un contrato de alquiler de instalaciones petroleras”, se lee en El Pitazo.
El medio señala que, aparte de las conocidas detenciones, ya se ha dado una “expresión” de la orden del Gobierno ruso: “(…) en Petrozamora, empresa mixta en la que según empresarios de la Costa Oriental del Lago, los inversionistas rusos solicitaron a PDVSA capturar a los responsables de actos de corrupción que sabotean la producción de petróleo”.
“Lo mismo sucede con China Petroleum, que redujo inversiones en campos petroleros debido a las irregularidades cometidas en la compra de materiales por parte de Bariven”.
Aparentemente el régimen de Maduro está buscando la forma de suprimir a un hombre poderoso como Rafael Ramírez, actual embajador de Venezuela ante la ONU y exjefe de PDVSA.
Ya detuvieron a su primo, Diego Salazar Carreño. Y los más altos funcionarios del chavismo vinculados a la compañía, Eulogio Del Pino, exministro; y Nelson Martínez, expresidente de la petrolera, se encuentra actualmente tras las rejas. Se trata de una verdadera purga.
Es una información difícil de digerir, porque inmediatamente surgen demasiadas especulaciones. Es decir: ¿por qué ahora? ¿qué hay realmente detrás? El chavismo se ha encargado, desde que asumió el poder, de destruir la que por años fue la principal compañía petrolera del mundo.
Como la devastación se hace evidente y se siente, esgrimen el argumento de una presunta guerra económica. Ahora nada de eso existe. Ahora sí hay corrupción e ineficiencia. Pero El Pitazo ofrece una información que permite explicar lo que ocurre detrás de la persecución.
El 21 de noviembre de este año seis altos gerentes de Citgo, que viajaban de Houston a Caracas, fueron detenidos en la sede de PDVSA en la capital venezolana.
Se encontraban ahí porque estaba exponiendo la aplicación de un plan de negocios que permitiría a Citgo explotar pozos petroleros en Venezuela. La exposición fue detenida por un general de la Guardia Nacional Bolivariana y los ponentes fueron inmediatamente detenidos.
Sobre todos, según el fiscal general ilegítimo, Tarek William Saab, recaían acusaciones de corrupción. Se les imputó, luego, los delitos de “peculado doloso propio, concierto de funcionario público contratista, legitimación de capitales y asociación para delinquir”.
Ahora una fuente confirmaría a El Pitazo: “Las aprehensiones de los altos gerentes, uno de ellos ni siquiera cumplía funciones cuando firmaron el supuesto contrato, se enmarcan en un plan de limpieza de la corrupción en PDVSA solicitado por empresarios rusos, chinos e iraníes, quienes alquilarían instalaciones” de la petrolera.
A principios de noviembre la dictadura de Maduro alquiló ilegalmente el centro refinador de Paraguaná (al norte del país), que pertenece a PDVSA, a empresas de China y Rusia. Esto coincide con lo que señalan las fuentes anónimas al medio El Pitazo, y se presenta la posibilidad de que potencias extranjeras sean las que estén detrás de los cambios que se están generando alrededor de PDVSA.