La dirigente opositora y coordinadora del partido Vente Venezuela, María Corina Machado, publicó una columna en el Diario 2001 en la que propone que finalmente se abandone la dependencia petrolera y se permita la apertura a “energía creadora”.
“El petróleo bajo tierra no es riqueza, es solo recursos; que potencialmente pueden transformarse en enormes ingresos para el país y bienestar para la gente, si hay inversiones, tecnología y trabajo productivo”, se lee en el texto redactado por Machado.
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La reconocida dirigente recuerda que Venezuela fue, por muchos años, el país más rico de la región; hace referencia a la bonanza petrolera y a la inmensa cantidad de ingresos que disfrutó el régimen chavista. Esboza los hechos para insistir en que el régimen que impuso Hugo Chávez no funciona; y eso es: populismo y corrupción extrema. Pero además, la dependencia al Estado y el socialismo.
Destacó que se han perdido dos décadas que pudieron ser excepcionales; mientras el resto de los países petroleros aprovecharon estos años de bonanza para aumentar su producción; pagar sus deudas, invertir en infraestructura; y ahorrar en fondos a largo plazo. “El régimen chavista practicó el populismo y la corrupción extrema, y financió a los países del ALBA y al régimen cubano”, se lee en el Diario 2001.
María Corina Machado asegura que el mundo cambió, y es momento de que Venezuela también lo haga: “La transición energética mundial está en marcha, y prioriza el uso de combustibles fósiles más amigables con el ambiente como el gas natural, y energías alternativas renovables como la solar y la eólica”.
El texto es inédito, para tratarse de las palabras de una dirigente política en la coyuntura actual venezolana; sin embargo, lo más importante es lo que viene después: su proposición. Los cambios que, según ella, deben darse en Venezuela.
“Para arrancar, debemos posicionar a Venezuela como una opción de inversión atractiva, capaz de competir y superar a otros países que están en la misma carrera que nosotros. Tenemos que ganarnos una reputación de país respetuoso del Estado de Derecho, garante de la propiedad privada y valedor de la seguridad ciudadana”, señala la coordinadora de Vente Venezuela.
Por otra parte, cuestiona la forma en la que se ha venido desarrollando la relación entre la industria petrolera, el ciudadano y el Estado. Hace sugerencias importantes, casi precursoras: “Construir una ‘Venezuela energética’ exige un cambio radical en la relación del Estado y los ciudadanos con el petróleo. El Estado deberá concentrarse en asegurar la transparencia y productividad del negocio energético”.
María Corina Machado habla de “competencia” e “inversión” en el negocio de hidrocarburos. “Ello, desde luego, implica realizar cambios en la legislación actual que permitan y estimulen la inversión privada”, escribe. La importancia de esto último es sustancial. Se podría tratar de la primera dirigente de la oposición de la actual coyuntura que sugiere claramente la privatización de la mayor estatal venezolana.
“La ruina de PDVSA y la superación de la Venezuela petrolera nos obliga a reinventarnos como sociedad”, dice.
Es difícil encontrar en la Venezuela actual a algún dirigente que, si quiera, hable de propiedad privada. Aunque Nicolás Maduro acusa en todo momento a la oposición venezolana de ser la “extrema derecha”, no podría estar más alejado de la realidad. Pero no se trata de izar la bandera de la derecha; sino la de las libertades básicas del ciudadano. Y la dirigente María Corina Machado, desde su columna en el Diario 2001, propone eso: acabar con la dependencia entre el Estado y el ciudadano; para dar más libertades económicas a una sociedad.
“No queremos un Estado que distribuya una ‘riqueza’ efímera; queremos un país de emprendedores, generadores de riqueza verdadera y sostenible; riqueza intelectual, cultural, material y espiritual”, espeta Machado.
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