Este lunes 30 de octubre la justicia de Estados Unidos acusó al exjefe de campaña del presidente Donald Trump, Paul Manafort, y a dos de sus asesores por conspiración contra su propio país.
Inmediatamente luego de conocerse la decisión de un gran jurado federal, Manafort se entregó al Buró Federal de Investigación (FBI). Es acusado por presuntamente lavar dinero ilícito y, además, por “no registrarse como agente de un país extranjero”, en una clara referencia a Rusia.
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Además del exjefe de campaña —que fue sustituido por la exitosa empresaria Kelyanne Conway—, el empresario Rick Gates, cercano a la campaña de Donald Trump, y George Papadopoulos, exconsejero de política exterior del presidente, también deben enfrentar los cargos.
Ambos asesores defienden su inocencia. Aseguran frente al FBI que no son culpables, ni de lavado de dinero ni de ser agente de otra nación. Tampoco de los otros cargos, que incluyen declaraciones falsas y no presentación de informes de bancos extranjeros y cuentas financieras.
Pero sobre Papadopoulos recae otra acusación, de la cual sí se responsabilizó: ocultar conversaciones con un profesor anónimo que está vinculado a Moscú y que ofrecía información que dañaba a Hillary Clinton en medio de la polémica campaña presidencial.
“A través de sus falsas declaraciones y emisiones, el acusado Papadopoulos impidió la investigación en curso del FBI sobre la existencia de vínculos o coordinación entre individuos asociados con la campaña y los esfuerzos del Gobierno ruso para interferir con las elecciones presidenciales de 2016”, se lee en la acusación emitida por el fiscal especial Robert Mueller.
Trump reaccionó inmediatamente. Aunque las acusaciones no relacionan a los imputados directamente con su campaña ni con su figura, el vínculo es claro.
“Lo siento, pero esto fue sobre hace años, antes de que Paul Manafort fuera parte de la campaña de Trump. ¿Pero qué pasa que la corrupta Hillary y los demócratas no son un objetivo?”, cuestionó el presidente, hablando en tercera persona.
Por último, espetó: “¡No hay colusión!”.
Sorry, but this is years ago, before Paul Manafort was part of the Trump campaign. But why aren't Crooked Hillary & the Dems the focus?????
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 30, 2017