Alguna vez Venezuela fue la cuarta nación más rica del mundo; pero ahora es uno de los países más miserables de la región latinoamericana y del mundo. Al respecto, el World Economic Forum (WEF) cuestiona en un artículo: “¿Entonces qué ocurrió?”.
“Para 1950, mientras el resto del mundo trataba de recuperarse de la Segunda Guerra Mundial, Venezuela tenía el cuarto Producto Interno Bruto del más rico del mundo. El país era dos veces más rico que Chile; cuatro veces más rico que Japón y doce veces más rico que China”, se lee en la nota del World Economic Forum.
Entre 1950 y 1980 la economía venezolana disfrutó de un aparente crecimiento. Era una nación rica que se sustentaba en los precios del petróleo. “Para 1982, Venezuela todavía era la economía más rica de Latinoamérica”.
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Pero luego de 1983 —debido al impacto de una devaluación, producto de los bajos precios del petróleo—, la solidez de la economía venezolana empezó a desmoronarse.
En la década de los noventa, bajo la administración del segundo mandato de Carlos Andrés Pérez, la inflación que había dejado su predecesor, Jaime Lusinchi, disminuyó. El presidente venezolano intentó abrir la economía del país y liberarla; sin embargo, maniobras políticas le impidieron a Pérez continuar las reformas. Con la asunción de su sucesor, Rafael Caldera, la inflación se elevó. Y luego arribó la Revolución Bolivariana, bajo la tutela de Hugo Chávez Frías.
El militar tomó posesión en 1998 y “fue electo con la promesa de que Venezuela podría reducir la pobreza y dar un paso adelante hacia una mejora de los estándares de la vida, al añadir más presión a los ingresos del petróleo”. “El aumento de los precios del petróleo ayudó a que esto se volviera realidad en los 2000, y luego Chávez murió en 2012”, se lee en el artículo del World Economic Forum.
Apenas asumió Nicolás Maduro, el delfín de Chávez, los precios del petróleo se vinieron abajo. Fue una caída tumultosa que generó el inicio de una ardua crisis económica. El modelo rentista venezolano no se alteró, como lo exigía el país, sino que fue profundizado bajo la administración chavista. De hecho, según la OPEC, el 95 % de los ingresos de Venezuela depende de las exportaciones del petróleo.
Actualmente el país padece “escasez de comida, electricidad y otros bienes esenciales, y la violencia está escalando en Caracas”. “Más recientemente, el Gobierno está tratando de endurecer su control sobre el poder, y la mala gestión de la economía ha llevado a las personas a morir de hambre en las calles. En Venezuela se vive una crisis humanitaria, que es extremadamente desalentadora de ver en un país que alguna vez fue de los más ricos del planeta”, señala el WEF.
“Y aunque la condición actual de Venezuela es una tragedia en sí misma, la incapacidad del país para cumplir con su verdadero potencial económico es caso tan devastadora”, culmina la nota de la organización.
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