El presidente de Estados Unidos (EE.UU), Barack Obama, no se atrevió a vetar una polémica resolución de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que condena los asentamientos de Israel fuera de su territorio. Esta incapacidad de Obama fue tildada como traición por la editorial del decimotercer diario más antiguo de EE.UU., el New York Post.
“El fracaso del viernes de vetar una resolución anti-Israel en las Naciones Unidas establece un nuevo bajón en los anales de la diplomacia estadounidense”, comienza la editorial titulada La terrible traición de Obama en la ONU.
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La realidad es que Israel siempre ha sido un “aliado clave” de Estados Unidos en el Medio Oriente y, según señala el NYP, al no vetar el proyecto aprobado por 14 estados miembros del Consejo de Seguridad, Barack Obama envía un mensaje sin precedente al Gobierno de Netanyahu.
“Fue una traición impactante de un firme aliado estadounidense y de una política bipartidista de Estados Unidos de larga data —un movimiento astuto y deshonesto de un presidente saliente para expresar sus diferencias con el presidente electo y para lanzar un golpe contra el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu”, apunta el popular diario neoyorquino.
De esa manera, apunta la editorial, “el presidente Obama ahora ha dado poder a la guerra económica contra Israel, solo para confrontar a un líder que se atrevió a defender los intereses de su propio país”.
La nota repasa que el mismo país que propuso la resolución, Egipto, “retiró su apoyo a los extremistas, el cual condena toda actividad de Israel fuera de sus fronteras desde 1967”.
Asimismo, señala que esa resolución es “prácticamente idéntica” a una que fue vetada por los diplomáticos del presidente Obama en 2011 sobre un tema parecido y, además, apunta que “los sucesivos presidentes de Estados Unidos —tanto republicanos como demócratas— han utilizado el poder de veto de Washington precisamente para limitar la participación de la ONU en los procesos de paz”.
Según apunta el New York Post, la resolución aprobada es anti-Israel porque “no solo critica y condena los asentamientos de Israel, los cuales han sido condenados por Obama en varias ocasiones, sino que declaran cualquier actividad de Israel fuera de la línea verde —incluyendo en la ciudad vieja de Jerusalén y en sitios sagrados judíos como el Muro de los Lamentos— ilegal y la dejan sujeta a la acción internacional”.
“En síntesis, es un gran paso en la campaña para deslegitimar al estado de Israel y exponerlo a boicots y sanciones”, espeta el NYP.
Fuente: New York Post