Este martes 6 de diciembre la canciller federal de Alemania, Angela Merkel, hizo un llamado a la prohibición del velo islámico burqa y, además, prometió que nunca repetiría el error de la política de “puertas abiertas para los refugiados” que implantó el año pasado; esto en el marco de un intento para obtener una histórica cuarta victoria como canciller.
“No queremos sociedades paralelas y en donde existan debemos abordarlas. Nuestras leyes están hechas para preservar nuestros valores tradicionales y las reglas de la familia, eso sobre la ley Sharia. Eso tiene que quedar muy claro”, dijo la canciller.
“Eso además significa que en las relaciones entre humanos, las cuales juegan un rol especial acá, nosotros mostramos las caras. Es por esta razón que el velo completo no es apropiado y debería estar, dentro de nuestras posibilidades, fuera de la ley. Eso no nos pertenece”, apuntó Merkel.
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El discurso lo dio frente en la conferencia anual del partido Unión Demócrata Cristiana de Alemania (la fuerza política a la que ella pertenece), y el cual pretende representar para las elecciones generales del próximo año.
Asimismo, Angela Merkel pidió defender la unión de Europa y condenó la ineficiencia de Occidente en tratar la guerra civil en Siria.
No obstante, en un partido que desde hace meses viene haciendo propuestas similares a las mencionadas, fue su llamado a la prohibición del burqa el que recibió los aplausos más fuertes.
Frente a sus políticas migratorias, las cuales han generado un fuerte impacto demográfico y una baja de su popularidad, Merkel dijo: “Lo hemos dicho una y otra vez, una situación como la del verano de 2015 no puede y no debe repetirse”.
Aseguró que, de los más de un millón de inmigrantes que entraron a Alemania el año pasado, no todos se quedarán y, los que lo hagan, tendrán “que integrarse a la sociedad germana”.