Prominentes líderes del Partido Demócrata le han declarado en estos días la guerra al director de la Oficina Federal de Investigación (FBI, por siglas en inglés), James Comey, por estar, supuestamente, influyendo en las elecciones presidenciales de Estados Unidos a favor del candidato republicano, Donald Trump.
Hace solo cuatro días el FBI decidió reabrir las investigaciones sobre el servidor de correo electrónico privado que utilizó Hillary Clinton. Esto con el fin de volver a indagar sobre los correos electrónicos de la candidata para poder determinar el uso indebido del correo y el presunto manejo de material clasificado durante el tiempo en el que se desempeñó como secretaria de Estado.
Frente a esta decisión de la agencia de inteligencia, el líder demócrata de la minoría en el Congreso, Harry Reid, aseguró que Comey “ha cometido una ilegalidad” con la reapertura de la investigación a Hillary Clinton.
“Le escribo para informarle de que mi despacho ha llegado a la conclusión de que estas acciones podrían suponer un incumplimiento de la Ley Hatch, que prohíbe al FBI utilizar su autoridad para influir en unas elecciones”, escribe a Comey el prominente político demócrata.
Según Reid la decisión del FBI se puede enmarcar en “acciones partidistas”, a pocos días de las elecciones presidenciales en Estados Unidos que se realizarán el próximo martes ocho de noviembre
“En mis comunicaciones con usted y otros altos cargos de seguridad nacional, ha quedado claro que posee información explosiva sobre los estrechos lazos y la coordinación entre Donald Trump, sus altos asesores y el Gobierno ruso”, sugiere el senador.
“Sus acciones de los últimos meses han demostrado un perturbador doble rasero en cuanto al tratamiento de información sensible con, al parecer, una clara intención de ayudar a un partido político”, enfatiza.
De esta manera, el líder de la minoría del Senado acusa al FBI de violar una ley y de, además, apoyar al candidato republicano, Donald Trump. No obstante, hace unos meses era el Partido Republicano el que quemaba a Comey en la hoguera.
En julio de este año el director de la agencia de inteligencia fue duramente criticado por el bando del elefante por su decisión de no recomendar una actuación penal contra Clinton tras investigar los correos electrónicos de su servidor privado y determinar que no existe material suficiente para condenarla.
Y, ahora, con la decisión de reabrir la investigación, son los demócratas los que atacan a James Comey.
De igual forma, el jefe de campaña de Hillary Clinton, John Podesta, también cuestionó la actitud del FBI.
“Debería haber dado el primer paso de mirarlos antes de hacer lo que hizo en medio de una campaña presidencial, tan cerca de la votación”, dijo Podesta a CNN.
Sin embargo, el demócrata más prominente en estos momentos, el presidente Barack Obama, ha mantenido una postura más moderada con respecto a la reapertura de la investigación.
Para el presidente, Comey “no intenta influir en la campaña” y le ofrece su “apoyo pleno” por el “alta estima” que le tiene. No obstante, el secretario de prensa de la Casa Banca, Josh Earnest, sugirió un cierto malestar por la ruptura de la “tradición histórica” de no informar de estos asuntos en plena campaña.