Cerca a la frontera con Serbia, en un pequeño terreno que se ubica al noreste de Croacia, es donde Vit Jedlicka proclamó la fundación de un microestado, hace más de un año. Un espacio en donde prevalece ahora el lema: vive y deja vivir. Un terreno que ahora lucha por su permanencia, por su autonomía y por su independencia: Liberland. Una idea que está creciendo poco a poco y que se materializa cada vez más.
“Freedom for Liberland!” es el nombre de un documental de 13 minutos publicado hace unos días que explica el surgimiento de una idea que busca convertirse en un Estado y propagarse por todo el mundo con el objetivo de constituir una sociedad en la que la libertad sea el valor central a preservar.
Liberland nació como tal el 13 de abril de 2015. Vit Jedlicka, un político y activista checo, con sueños y aspiraciones de libertad, fundó el microestado en un terreno que durante más de 20 años no había sido reclamado ni por Serbia ni por Croacia — quedó en el aire luego de la división de Yugoslavia.
“Es más fácil crear un país nuevo que cambiar el viejo sistema”, dice Jedlicka en el documental. De acuerdo con la ley internacional de terra nullius, si nadie ha reclamado una tierra, nadie puede decir que ese espacio es suyo hasta que alguien la reclame. Bajo este argumento Jedlicka fundó Liberland, explica el documental.
Inmediatamente, luego de que Jedlicka declara al pequeño espacio de tierra como un microestado, hubo reacciones de ambas naciones. Según señala el documental, a Serbia no le molestó la idea del checo; sin embargo, Croacia estuvo mucho menos abierta a la instauración de Liberland.
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“La idea de que alguien de afuera viniera a esta frontera y reclamara el territorio no fue muy popular para Croacia. Desde entonces han estado deteniendo a las personas que intentan entrar a la zona”, señala el documental.
De hecho, el mismo Jedlicka fue arrestado por la policía de Croacia el año pasado en dos ocasiones; y cuando en abril de este año intentó entrar a Liberland, se enteró de que el Gobierno croata le prohibió la entrada al país.
No obstante, eso no lo ha detenido. Desde su arresto, el presidente de Liberland ha mantenido un constante activismo con el fin de que se reconozca al país que dirige. Jedlicka ha realizado diferentes giras llevando el mensaje de la nación libre por todo el mundo. Hasta el momento ha visitado más de 50 países con el objetivo de establecer conexiones diplomáticas y reconocimiento.
Para Jedlicka, Liberland no solo es un país, sino un mensaje que trasciende las fronteras físicas: es una idea.
“Liberland es una idea; pero todas las naciones lo son”, dijo en una entrevista con PanAm Post el presidente de la República Libre de Liberland. Esa es la intención, difundir un pensamiento que aprecie la libertad. Jedlicka espera que el éxito de su nación se convierta en ejemplo de futuros modelos en todo el globo.
El documental, que se filma durante el primer aniversario de la nación libre, demuestra el optimismo sobre el futuro de Liberland. Diferentes personas asistieron al primer aniversario con el fin de celebrar pero también de contribuir e invertir en el naciente Estado.
Se ven caras sonrientes; se entregan diplomas que garantizan la nacionalidad de «liberlandés» a hombres y mujeres que celebran la libertad, a pesar de que el objetivo no se ha logrado aún. Liberland no goza del reconocimiento de las autoridades de Croacia, pero la idea sigue creciendo.
El filme señala que para agosto de 2016, 412.000 personas habían aplicado para la ciudadanía de Liberland. Por esa razón, porque la idea está creciendo, porque la gente está dispuesta a invertir en eso, por ello y por la libertad, “Vit continúa peleando”, se lee en el documental que concluye con la frase: “¡Libertad para Liberland!”
Para aplicar por la ciudadanía y para conocer más sobre Liberland, ingrese a su página web.