
Este martes 19 de julio el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, logró que su partido se hiciera con el control del Congreso de España, gracias a un pacto con el partido Ciudadanos y al apoyo de los partidos nacionalistas, soberanistas e independentistas.
Con 169 votos a favor y 155 votos por el otro candidato del Partido Socialista Organizado de España (PSOE), Ana Pastor, quien anteriormente había sido ministra de Fomento, se convirtió este martes en la Presidenta del Congreso de los Diputados, un día después de que Rajoy anunciara que ella sería la propuesta del Partido Popular para presidir el Congreso.
En el caso del candidato del PSOE, Patxi López, éste ya había presidido el Congreso desde el 13 de enero de este año, gracias a un acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos, tras las elecciones generales de diciembre de 2015.
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Esta vez se repiten las elecciones para la presidencia del Congreso, debido a que como luego de las elecciones generales del 20 de diciembre del año pasado fue imposible lograr gobierno y se tuvieron que repetir el 26 de junio de este año, lo mismo ocurrió con las elecciones a la presidencia del Congreso de los Diputados.
Con respecto a los otros partidos, que esta vez apoyaron a la candidata del Partido Popular y permitieron que obtuviera la presidencia, además de Ciudadanos, ellos son PNV, Convergència y ERC. Estos últimos son partidos nacionalistas vascos y que tradicionalmente han tenido serias diferencias con el Popular.
De esta manera se evidencia que no existe posibilidad de que la alternativa, el Partido Socialista (PSOE) y Podemos, sumen una mayoría que les permita acordar un gobierno de coalición izquierdista, ya que estos necesitarían el respaldo de los partidos nacionalistas.
A pesar de que aún se mantiene la incertidumbre por la formación de gobierno, esta vez llega la sorpresa de que los partidos que usualmente habían sido catalogados por el PP como divisionistas —y también Ciudadanos— están dispuestos a ayudar a Rajoy a que España recupere la estabilidad política de mano de los centro-derechistas.
Por su parte, Mariano Rajoy ya ha anunciado que está dispuesto a gobernar incluso con únicamente sus 137 diputados, en caso de no conseguir más apoyo en la Cámara. Esto podría suponer un Ejecutivo minoritario.
Por lo tanto, existe la posibilidad de que en las próximas semanas el líder del Partido Popular se someta a una investidura y se logre la estabilidad política en España.
Fuente: El País