El Gobernador del estado Miranda y uno de los principales líderes de la oposición venezolana, Henrique Capriles Radonski, empieza a rechazar las propuestas de diálogos provenientes del Presidente Nicolás Maduro, ya que considera que la única razón por la que Maduro llama al diálogo es para ganar tiempo y negociar el referendo revocatorio.
En sus declaraciones más recientes, Capriles señaló que “en Venezuela no se ha dado ningún proceso de diálogo”, ya que “Maduro llama al diálogo porque no quiere revocatorio, es la única razón”.
Asimismo, con respecto a la sesión extraordinaria que se celebra en la Organización de Estados Americanos (OEA) este martes 21 de junio, en la que varios expresidentes acudirán a la Organización a promover un diálogo en el país, el opositor destacó que espera que los expresidentes (José Luis Rodríguez Zapatero, Leonel Fernández y Martín Torrijo), no acudan a la reunión a decir que en Venezuela hay un diálogo en proceso.
“Mañana van al Consejo Permanente (de la OEA), se les va a dar un derecho de palabra a tres expresidentes que van a hacer un planteamiento, ojalá que no digan mentiras allá porque sino aquí los vamos a desmentir”, dijo Capriles durante una rueda de prensa.
Desde hace unas semanas, el líder opositor ha demostrado su escepticismo sobre un supuesto diálogo con el Gobierno presidido por Nicolás Maduro. En una rueda de prensa, declaró que no creen en el diálogo “simplemente para que Maduro gane tiempo o se lave la cara”.
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En otras declaraciones, y con respecto a la reciente posición adoptada por la OEA de que la crisis en Venezuela se debe solventar a través del diálogo, Henrique Capriles señaló: “No vamos a prestarnos a un jueguito del supuesto ‘dialoguito’ para dar una buena imagen internacional, mientras el Gobierno sigue atropellando y haciendo desastres”.
Por otra parte, con respecto a la posición del dirigente político encarcelado, Leopoldo López, de no apoyar un diálogo que busque negociar el referendo revocatorio, Capriles señaló que la ratifica y la calificó de ser una “posición firme”.
La anterior postura del Gobernador
No obstante, la posición de Henrique Capriles Radonski sobre buscar una solución más contundente a la crisis en Venezuela, no siempre fue así.
Hace menos de un año, en diciembre de 2015, el Gobernador hizo un llamado al Gobierno venezolano para propiciar un diálogo con la oposición.
“El Gobierno debería estar convocando a todos los sectores del país para buscar soluciones a la crisis que ellos generaron”, dijo Capriles durante un acto público.
Durante los meses anteriores, el político opositor instaba a Nicolás Maduro a reflexionar y aseguraba que la única vía para lograr la solución a la difícil coyuntura del país, era el diálogo.
Él, junto a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), abogaba por sentarse en la mesa de negociaciones con el Gobierno de Maduro, en vez de acudir a medidas más «radicales».
De hecho, hace dos años, en 2014, luego de que los líderes opositores Leopoldo López y María Corina Machado hicieron un llamado a la sociedad civil a revelarse en contra del Gobierno venezolano, movimiento denominado como La Salida, Capriles asumió una posición mucho más dócil.
El excandidato presidencial (2012 y 2013), condenó la propuesta de Machado y López, asegurando que fue un error, y que fue una estrategia “completamente equivocada”.
Luego, el 10 de abril de 2014, Capriles se sentó con el Gobierno en los denominados “Diálogos por la Paz”, los que calificó como buenas iniciativas de Maduro.
Asimismo, quien en ese momento era el Secretario de la Mesa de la Unidad Democrática, Ramón Guillermo Aveledo, dijo: “La oposición venezolana mantiene discrepancias abiertas en su seno tras la decisión de algunas figuras políticas de acompañar “La Salida””.
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Por su parte, María Corina Machado y líderes del partido político Voluntad Popular (liderado por Leopoldo López) rechazaban los encuentros de diálogos entre el Gobierno y la oposición, ya que consideraban que esos diálogos “estabilizaban la dictadura de Nicolás Maduro”, posición que mantiene hasta hoy en día.
Esta postura de Machado, y la de otros miembros de la oposición, fue consideraba en consenso por la Mesa de la Unidad Democrática como una postura “radical”.
Así se había mantenido la situación dentro de la oposición venezolana: Henrique Capriles a favor de lograr encuentros con el Gobierno con el fin de llegar a una solución pacífica a la crisis, la MUD bajo este mismo concepto, apoya los diálogos con Maduro, y la fracción de María Corina Machado y Leopoldo López que señalan que Venezuela está siendo gobernada por una dictadura y que ningún encuentro sin condiciones plenas llevará a alguna parte.
Capriles, el ‘radical’
Sin embargo, la situación cambió: desde hace más o menos un mes, Capriles ha demostrado su escepticismo con los diálogos con el Gobierno. Además, ha demostrado cierta inconformidad con la actuación de la Mesa de la Unidad Democrática: a principios de junio, el Gobernador de Miranda cuestionó la posición de la MUD de no manifestarse en las calles para presionar a Nicolás Maduro.
El líder opositor criticó el liderazgo de Jesús “Chúo” Torrealba, al que dijo que “tiene que ser más que un comentador de noticias y que un opinador”.
Frente a la postura asumida por Henrique Capriles, la coordinadora del partido Vente Venezuela, María Corina Machado, aseguró que el Gobernador había dado “un gran paso”.
“Es un paso importante que yo lo saludo”, dijo Machado, para señalar que “en este momento primero es lo primero, y eso es demostrarle al mundo que estamos unidos en una política que es la remoción inmediata del régimen de Maduro con un mecanismo constitucional”.
De igual forma, la dirigente política aplaudió la decisión de Capriles de apoyar la presión en la calle para solicitar el referendo revocatorio.
La postura de Henrique Capriles ha sido sorprendente para algunos analistas. El dirigente opositor, que usualmente ha criticado las acciones “radicales” de algunos líderes opositores, está tomando una actitud mucho más firme con el Gobierno de Maduro, asegurando que el mandatario no reflexionará y que debe salir en el menor tiempo posible.
Para muchos, Capriles está pasando de ser un opositor blandengue a asumir una oposición mucho más radical. Una postura que, ciertamente, se saluda con agrado y que se espera que se mantenga. A varios líderes les ha costado tener una perspectiva acertada de la situación en Venezuela. Y los que la tienen se han ganado la inquisidora característica de «radical». Cada vez se va evidenciando a quiénes la historia concederá la razón.