Este miércoles 30 de marzo, Emilio Álvarez Icaza, secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, denunció que México “puede regresar al autoritarismo”, basándose en una averiguación en su contra en relación con el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que investiga el caso Ayotzinapa.
“Ni en el Perú de Fujimori, ni en la Venezuela de Chávez, no hay precedente de que se iniciara una averiguación previa contra un secretario ejecutivo”, indicó Álvarez.
“México se está poniendo, por eso, en una señal muy clara de regresión autoritaria”, sentenció el secretario en una rueda de prensa en Washington.
Álvarez había decidido hace dos meses no continuar al frente de la CIDH para volver a su país por la “crisis de derechos humanos” que vive y en un comunicado publicado el pasado martes 29 de marzo, la CIDH denunció “una campaña de desprestigio en México” contra el GIEI y contra su secretario ejecutivo.
El Estado mexicano llevó a cabo una averiguación previa contra Álvarez por un presunto delito de fraude en el que supuestamente hubo una contribución financiera del Estado a la OEA, pero que fue administrada por Emilio Álvarez, quien se encargó de actuar en representación de la Secretaría General. La averiguación se basa en una supuesta denuncia “radicada en el contexto de esta campaña de descalificación”, indicó la Comisión a través de un comunicado.
[adrotate group=”7″]De igual forma, la CIDH recalcó en el escrito que la investigación contra Álvarez no tenía fundamentom ya que el Secretario solo actuó a través de la figura de “delegación de firma” y que “la CIDH no administró los recursos” del Estado mexicano, ni “tampoco lo hizo el Secretario Ejecutivo”.
Asimismo, la Comisión consideró “inadmisible” la apertura de una averiguación previa sobre la denuncia, ya que “por no contener ningún hecho constitutivo de delito, resulta temeraria e infundada”.
Por último, la CIDH indicó que aprovechará las audiencias semestrales que comenzarán a partir de la próxima semana para sostener reuniones con el Estado mexicano y con miembros del GIEI.
Fuente: El País