EnglishLa palabra libertad es quizá una de las que más atestan los diferentes discursos políticos hoy en día. Es usada por políticos con anhelos autoritarios, y por aquellos con proyectos personales. Sirve para adornar homilías y seducir a individuos. Está por todos lados pero solo de una forma trivial y nimia.
Muchas veces no sabemos percibir que nuestras libertades han sido suprimidas, porque no le damos la importancia debida. Los Gobiernos autoritarios que se alimentan del populismo tienden a ofrecernos una serie de beneficios que nos hacen creer que nuestra situación ha mejorado. La realidad es que buscan crear un cordón umbilical con el ciudadano, donde el proveedor es el Estado; de esta manera se crea una dependencia, que poco a poco nos va coartando las libertades. Nos ofrecen igualdad, a cambio, claro está, de la libertad.
Es importante y vital entender el relieve, la magnitud y la significación de la libertad. Cuando estos Gobiernos populistas, autoritarios y dominantes anulan nuestras libertades, muchas veces parecemos satisfechos por todos aquellos supuestos beneficios que nos ofrecen, pero la verdad es que hemos perdido nuestro carácter de hombre público, de ciudadano, de ser libre.
Para entender esa abstracta palabra, es siempre acertado acudir a la obra de Tocqueville (1805–1859), uno de los más importantes e indispensables ideólogos que ha tenido el liberalismo.
Tocqueville, en El Antiguo Régimen y la Revolución, describe a la libertad como “el placer de poder hablar, actuar, respirar sin coacción, bajo el único Gobierno de Dios y de sus leyes”. A esto, le añade en su indispensable La Democracia en América, que “si los hombres que viven en los siglos democráticos estuvieran privados de libertad, caerían bien pronto por debajo del nivel ordinario en humanidad”.
El autor francés habla constantemente de la libertad como un derecho innato del hombre, y cómo esta significa la independencia del individuo y no la dependencia. La forma que tienen los individuos de proteger, resguardar y desempeñar su libertad, es a través de la vida pública, pudiendo hacer las veces de “autogobierno”, frente a la voluntad única del Estado.
Se requiere que los individuos entiendan su independencia como un derecho que los protege de la arbitrariedad y la intromisión del Estado en sus vidas: “que vivan con independencia de sus semejantes en todo aquello que solo está relacionado consigo mismos”. Tocqueville nos habla de la libertad como algo netamente público y político.
Se requiere que los individuos entiendan su independencia como un derecho que los protege de la arbitrariedad y la intromisión del Estado en sus vidas
Según el autor, la única manera de enfrentar a los Gobiernos que se valen del discurso populista y la supuesta garantía de ciertos beneficios, para generar dominación sobre el individuo, es ejerciendo la libertad. “Afirmo que para combatir los males que puede producir la igualdad, no hay más que un remedio eficaz: la libertad política”.
Hoy el gobierno de Nicolás Maduro representa a aquel Estado autoritario que busca anular y dominar al individuo, recurriendo al discurso populista, creando una dependencia de la cual el hombre no se puede zafar.
Hay una lucha política en Venezuela. Sin embargo, esta lucha no es por simples necesidades privadas con poca trascendencia, y esto es algo que la oposición venezolana aún no ha entendido. Lo que hoy nos han quitado es algo que va más allá de cualquier banalidad: nos han arrebatado las libertades, y las tenemos que rescatar.
Para combatir la tiranía que rige a Venezuela, la forma más eficaz, como decía Tocqueville, es ejerciendo la libertad: el ciudadano tiene que erigirse en la búsqueda de recuperar los espacios públicos para exponerse como un ser político. No podemos permitir ser sesgados por el discurso populista de ambas partes. Es hora de que hagamos valer nuestra ciudadanía dándole importancia a lo primordial.
Para combatir la tiranía que rige a Venezuela, la forma más eficaz, como decía Tocqueville, es ejerciendo la libertad
El discurso opositor tiene que ajustarse, el verbo debe centrarse y entender que el fin último es rescatar la libertad de un país que ha sido secuestrado. La verdadera victoria comenzará cuando entendamos que la palabra es libertad.