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Las órdenes de arresto que emitió la Corte Penal Internacional (CPI) contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el exministro de Defensa, Yoav Gallant; podrían costarle caro a Amal Clooney, la esposa del actor George Clooney. La abogada de origen libanés, especialista en derechos humanos, se enfrentaría a sanciones de Estados Unidos debido a su rol dentro del panel de expertos que ayudaron a emitir la decisión.
Todo parte de una advertencia que recibieron ella y varios abogados por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido y la Commonwealth sobre el riesgo de ser sancionados por el Gobierno de Donald Trump “debido al asesoramiento que brindaron a la Corte Penal Internacional sobre la conducta de Israel en Gaza”, reveló un reporte de Financial Times.
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Es decir, el matrimonio Clooney se enfrenta a posibles consecuencias por el apoyo de la abogada a esa decisión de la CPI y porque en el caso del actor, sus roces con el mandatario republicano lo enviaron a la lista negra de la Casa Blanca. Fue a mediados de marzo pasado cuando Trump lo llamó “una estrella de cine de segunda categoría y un analista político fracasado”. El mensaje que escribió en Truth Social continuó así:
“[Clooney] luchó con todas sus fuerzas por la elección de ‘Sleepy Joe’, y luego, justo después del debate, lo desechó como un perro. Más tarde, supongo que por órdenes del equipo de Obama, se esforzó al máximo por apoyar a Kamala, solo para darse cuenta pronto de que esto no iba a salir muy bien”.
Trump contra las “órdenes de arresto infundadas”
Al actor, donante del Partido Demócrata, lo perseguirá de por vida lo que provocó su carta publicada en The New York Times. En el texto, pidió a Joe Biden que renunciara a la carrera por la reelección. Fue la gota que rebasó el vaso en medio de lamentables escenas que protagonizó el entonces presidente de Estados Unidos. Su deplorable desempeño en el debate televisado con Trump solo fue una muestra del evidente deterioro cognitivo por su avanzada edad.
Biden finalmente se apartó de sus aspiraciones políticas, pero sobre George Clooney pesa el hecho de haber impulsado su salida. Ahora se suma su esposa, que en su momento provocó contradicciones dentro del Partido Demócrata, por promover la orden de arresto contra el primer ministro israelí en medio de la guerra contra el grupo terrorista Hamás, un conflicto en el que la Casa Blanca mantiene una postura a favor de Tel Aviv.
La decisión que podría tomar Trump contra Amal Clooney se veía venir. Y es que sanciones impuestas por la Administración republicana contra la CPI fueron divulgadas en febrero pasado. Allí se lee que el tribunal “sin una base legítima, ha afirmado su jurisdicción y ha abierto investigaciones preliminares sobre el personal de Estados Unidos y algunos de sus aliados, incluido Israel, y ha abusado aún más de su poder al emitir órdenes de arresto infundadas contra el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el exministro de Defensa Yoav Gallant”.
Detrás estuvo Amal Clooney por ser parte del grupo de expertos que asesoraron a la CPI sobre si había pruebas suficientes para presentar cargos. Es posible que la advertencia haya llegado hasta su escritorio, pero no ha respondido solicitudes comentarios por parte de la prensa.
