
Un agente de inteligencia artificial capaz de analizar la bolsa para recomendar cuál es la mejor inversión, planificar viajes, crear campañas de marketing o inspeccionar el mercado de bienes raíces. Estas son solo algunas de las cosas que puede hacer Manus, una herramienta que promete golpear duramente a Silicon Valley, incluso más que Deepseek. Porque además, también fue creada en China.
A partir de su lanzamiento se hicieron virales videos de lo que es capaz de hacer. Por ejemplo, cuando un usuario de X le pidió un análisis profesional de las acciones de Tesla y, en respuesta, Manus realizó “aproximadamente dos semanas de trabajo de nivel profesional en una hora”. Son habilidades mucho más avanzadas de las que ofrece ChatGPT, de OpenAI.
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La novedad de Manus radica en el hecho de que no necesita indicaciones humanas. Es capaz de actuar y pensar por su cuenta. Sin embargo, aún no está disponible para todo público debido a que se debe recibir una invitación para usarlo. El motivo supuestamente obedece a la necesidad de no colapsar sus servidores y de generar sentido de exclusividad entre sus usuarios. Eso no ha frenado a quienes compraron invitaciones bajo cuerda por hasta 50000 yuanes (6890 dólares), según varios medios locales citados por la agencia EFE.
Manus, the new AI product that everyone’s talking about, is worth the hype.
This is the AI agent we were promised.
Deep Research+Operator+Computer Use+Lovable+memory.Asked it to “Do a professional analysis of Tesla stock ” and it did ~2wks of professional-level work in ~1hr! pic.twitter.com/qipMcWPIX6
— Deedy (@deedydas) March 8, 2025
Los riesgos detrás de Manus
Surgen todo tipo de debates luego de los avances que mostró Ji Yichao, cofundador de la compañía china Butterfly Effect, al presentar la versión beta de Manus, calificado desde ya como “el primer agente de inteligencia realmente autónomo”. La revista Forbes lo explica de forma sencilla:
“Imagina un asistente invisible que puede usar una computadora igual que tú: abrir pestañas del navegador, completar formularios, escribir correos electrónicos, codificar software y tomar decisiones en tiempo real. Excepto que, a diferencia de ti, nunca se cansa”.
Por eso es capaz de recibir una carpeta con cientos de currículos y partir de allí calificar candidatos, “leer cada una de las hojas, extraer las habilidades relevantes, cruzarlas con las tendencias del mercado laboral y presentar una decisión de contratación totalmente optimizada, con una hoja de Excel que generó por su cuenta”.
Por supuesto que este nuevo “momento Sputnik” –término también usado cuando China lanzó Deepseek– genera controversia. Mientras Sam Altman, CEO de OpenIA afirmaba el mes pasado que los agentes de IA «se incorporarían a la población activa» en 2025, China ya llevaba la delantera.
¿Llegó el momento de reemplazar a los humanos?
Para Craig Smith, antiguo colaborador de la Comisión de Seguridad Nacional sobre Inteligencia Artificial, «el temor es que Manus represente la industrialización de la inteligencia, un sistema tan eficiente que las empresas pronto se vean obligadas a sustituir el trabajo humano por la inteligencia artificial, no por preferencia, sino por necesidad».
Aún están por verse las consecuencias en los mercados. El terremoto en la bolsa fue total con la llegada de Deepseek, ya que solamente Nvidia, líder de la inteligencia artificial en EEUU, perdió unos 600.000 millones de dólares en un solo día.
Tampoco se descarta que Manus pueda ser otro caballo de Troya salido de las filas del régimen comunista en Pekín. Al ofrecer tantas posibilidades, podría terminar inmiscuyéndose en información privada y enviar dicha data a servidores en el gigante asiático.