Está comprobado que mientras más un Estado regula la vida de los ciudadanos, más distorsiones surgen tanto en la sociedad, como en la economía y la política. Cuba no es la excepción tras más de 60 años de dictadura comunista con lamentables consecuencias para sus habitantes. Sin embargo, el castrismo también sufre y lo padece por donde más le duele: las finanzas. El régimen apenas recaudará este año 4,13 % de lo que recibió el año pasado, según estimaciones del laboratorio de ideas Cuba Siglo 21.
Es decir, el Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA) solo recaudará alrededor de 81,6 millones de dólares al cierre de este año en comparación con 1972 millones de dólares de 2023. Es un golpe bajo para la dictadura cuyos altos cargos se enriquecen a costa de los contados ingresos que llegan a la isla. Para el laboratorio, este es el resultado de “una silenciosa rebelión financiera ciudadana” contra el monopolio bancario del castrismo.
- Lea también: Una muestra del destrozo comunista: Cuba hoy “vive al día” a nivel financiero
- Lea también: Turismo en Cuba se desploma casi en 50 % entre apagones, corrupción y éxodo de trabajadores
Y es que GAESA, es conocido como el conglomerado económico más poderoso de Cuba, “ha perdido el control del negocio de las remesas”. No resulta menos que irónico considerando que cualquier señal de protesta en las calles de la isla es silenciada y severamente castigada, como quedó demostrado en julio del año 2021. Sin embargo, ahora el reclamo de los cubanos se está dando “silenciosamente” contra el sistema bancario, plagado de normas y regulaciones frente el libre mercado.
En Cuba hay 150 “bancos informales”
La Tarea Ordenamiento Monetario (TO) fue una reforma monetaria en Cuba que se inició el 1 de enero de 2021 y aparece como una de las causas que precipitaron “la caída del control estatal” ya que de prometer “resolver los problemas financieros del país” lo que originó fue “una profunda crisis inflacionaria”. Eso, sumado a la creación de tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC), la imposición de mayores sanciones durante el primero gobierno estadounidense de Donald Trump o la ola migratoria masiva de los últimos años, termina por empeorar una situación que al castrismo se le sale de las manos.
El resultado era predecible: más del 95 % del flujo de remesas de la diáspora cubana hacia la isla está siendo canalizada a través de una red de más de 150 “bancos informales”, reseña este informe que también toma información de una investigación publicada por Miami Herald. Los cubanos en la isla no confían en los mecanismos dispuestos por el Estado sino que buscan una tasa de cambio “más rentable que la que ofrecen las casas de cambio y los bancos del Estado”.
Por eso resuena con más fuerza la afirmación del laboratorio de ideas con sede en Madrid respecto a que “la segunda fuente de entrada de divisas del país ya no está en manos de GAESA, ahora está en manos de la economía informal”. Además, con esto también se comprueba que son infructuosos los intentos del régimen por evadir sanciones al crear empresas como ORBIT, haciéndola ver como una empresa independiente.
Régimen cubano se lava las manos
Lo que puede deducirse de este hallazgo es que el régimen cubano va en caída libre, debido a que además el sector hotelero también está en crisis por el pésimo manejo de GAESA, al priorizar inversiones desmedidas en el turismo “en detrimento de sectores estratégicos como energía, transporte y agricultura”. Es otro hallazgo del laboratorio, retratado en un informe previo.
Entonces, no es sorpresivo que la isla sobreviva “al día” a nivel financiero, como lo admitió el propio dictador cubano, Miguel Díaz-Canel. Hasta hace pocos días calificó de “muy duro” el 2024 con “limitadísimas divisas”, pero como siempre, el régimen no admite ser el causante de la crisis, sino que señala la necesidad de seguir “cerrando filas” para perpetuarse en el poder.