El régimen comunista chino quiere adelantarse del modo que sea al desarrollo de la inteligencia artificial. Eso explica las continuas advertencias que emiten organismos como la Administración Nacional de Radio y Televisión. La última de estas consiste en presionar a plataformas de video como Douyin –la versión china de TikTok– para que elimine adaptaciones “peculiares” de películas clásicas o dramas televisivos generados con IA.
Desde Pekín afirman que estos videos “difuminan la línea entre lo real y lo falso y distorsionan obras clásicas”. Además de eso, el diario Global Times, al servicio del régimen, asevera que “la exposición frecuente a versiones modificadas por IA puede llevar a las audiencias más jóvenes o a los espectadores internacionales que no están familiarizados con los originales a aceptar estas distorsiones como representaciones auténticas de la cultura y el patrimonio chino”.
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Sin embargo, cabe preguntarse, ¿el régimen realmente busca preservar la tradición china o se trata solo de un intento por moldear la inteligencia artificial a su antojo? No es un secreto que la cúpula política busca un enfoque que refleje “valores socialistas” en la IA, como lo exigió el año pasado. Y es que si bien esta tecnología ha traído avances para la industria, también incluye riesgos reconocidos incluso en Occidente. En esos grises para su regulación es donde surgen vicios de los gobiernos para contrarrestar cualquier novedad que les juegue en contra.
El caso de Black Myth: Wukong
Por supuesto el diario chino en cuestión recurre a testimonios de expertos apegados a la nueva orden del régimen de Xi Jinping, para quienes “el coraje y la moralidad podrían verse socavados por alteraciones cómicas o absurdas”. Al respecto, mencionan modificaciones en la historia Journey to the West (Viaje al Oeste), que “no solo celebra la cultura tradicional china, sino que también inspira y motiva a las audiencias con el espíritu justo, valiente y desafiante del Rey Mono”.
No especifican qué tipo de contenido hecho con IA, detectado por las autoridades, hirió susceptibilidades sobre esta historia, pero el videojuego Black Myth: Wukong, mundialmente famoso desde su lanzamiento a mediados de este año y aplaudido por la crítica, consiste en la versión adaptada de la clásica novela china del siglo XVI usando dicha tecnología. Sus creadores han explicado que solo la incluyen en algoritmos que modifican el nivel de dificultad para los jugadores en tiempo real, mas no en las voces o elementos narrativos del juego.
De todas formas, el aviso del régimen chino solo es otra muestra de sus aspiraciones en el mundo de la tecnología, buscando que su Gran Cortafuegos no resulte vulnerado ahora que la inteligencia artificial avanza a pasos agigantados. Tal como reseña un artículo del South China Morning Post, con sede en Hong Kong, la medida “es el último esfuerzo de Pekín por disciplinar el uso de la IA” en un momento en el que las plataformas de vídeos cortos se están inundando de material generado con esta herramienta.