Fue en el año 2016 cuando el entonces gobierno de Barack Obama impulsó políticas a favor de la ideología woke dentro de las instituciones estatales. Aunque en el año 2017 la primera Administración Trump revirtió varias de estas, finalmente el tema quedó sujeto a cambios legales y políticos en función del gobierno de turno y de decisiones judiciales.
Sin embargo, la representante republicana Nancy Mace busca cambiar las cosas, pues anunció que presentará una resolución para prohibir que hombres biológicos utilicen baños para mujeres en el Congreso de Estados Unidos. La iniciativa está lejos de ser una “intimidación”, como asegura la prensa alineada con el Partido Demócrata. Por el contrario, busca apartar a las instituciones del país de la ideología progresista, la misma que padece una debacle en la sociedad estadounidense a medida que políticos como la otrora candidata presidencial Kamala Harris comprueban que ya no sirve para impulsar su popularidad.
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Mace tendría el apoyo de Mike Johnson, actual presidente de la Cámara de Representantes y hombre cercano al presidente electo Donald Trump, según fuentes que cita el portal Político. Por ende, el debate de la norma pronto podría llevarse a cabo en el Congreso. Pero para oponerse a la medida, medios progresistas enfocan su atención en victimizar a Sarah McBride, la primera persona transgénero en ser elegida para la Cámara baja y quien tomará posesión de su asiento en enero.
La agenda woke pasa a segundo plano
Así, un sector de la opinión pública estadounidense cae en un nuevo debate sobre la ideología de género. “Este es un intento flagrante de los extremistas de extrema derecha de desviar la atención del hecho de que no tienen soluciones reales para lo que enfrentan los estadounidenses”, dijo la congresista demócrata en cuestión, quien ganó su escaño en Delaware.
De todas formas, si bien desde el lado republicano se promueve esta nueva medida, Mike Johnson dejó claro que no será un tema fundamental, ya que priman otras necesidades que pasan por la economía de los hogares estadounidenses o la inseguridad en la frontera sur. Cuando un periodista le preguntó si consideraba a Sarah McBride hombre o mujer, este respondió: “No voy a entrar en detalles sobre esto. Tratamos a todas las personas con dignidad y respeto. Lo haremos. No voy a entrar en debates tontos sobre esto”.
Más tarde, el presidente de la Cámara baja remarcó que “un hombre es un hombre y una mujer es una mujer, y un hombre no puede convertirse en mujer. Dicho esto, también creo que debemos tratar a todos con dignidad”. Posiblemente sus comentarios sean objeto de críticas en la prensa. Aún así, quedó demostrado que no será asunto de discordia.
Ni siquiera la congresista de extrema izquierda Alexandria Ocasio-Cortez parece interesada en seguir defendiendo la agenda woke al eliminar, luego de las elecciones, el pronombre “she/her” de su biografía en X. Ella aseguró que lo hizo por “temas de espacio”, pero no faltan argumentos de que lo hizo por falta de compromiso con la ideología de género que tanto usó para conseguir votos.
Q: “Is freshman-elect Sarah McBride a man or a woman?”@SpeakerJohnson: “Look, I’m not going to get into this…We treat all persons with dignity and respect. We will. I’m not going to engage is silly debates about this. There’s a concern about uses of restroom facilities…” pic.twitter.com/fMtlV3hYxW
— CSPAN (@cspan) November 19, 2024