El presidente electo Donald Trump no ha asumido su segunda mandato, pero su equipo de transición estaría preparando una lista de altos oficiales militares estadounidenses actuales y anteriores que estuvieron directamente involucrados en la retirada de Afganistán, según información a la que accedió NBC News, explorando si podrían ser sometidos a juicio militar. De avanzar, sería una decisión que podría, de cierta manera, resarcir los múltiples errores que cometió la saliente Administración de Joe Biden hace más de tres años en el país que hoy gobiernan los talibanes.
Una de las ideas que maneja el equipo de Trump es crear una comisión para investigar la retirada de Afganistán en 2021, cómo se llevó a cabo y “si los líderes militares podrían ser elegibles para [acusarlos de] cargos tan graves como traición”. El equipo estaría liderado por Matt Flynn, exsubsecretario adjunto de Defensa para la lucha contra el narcotráfico y las amenazas globales.
- Lea también: El efecto Trump: pánico en dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua
- Lea también: Afganistán, el agujero negro donde mujeres son masacradas ante el silencio del mundo
Mucho se analizó alrededor de esta retirada ejecutada por la Administración Biden-Harris, aunque ya estaba planificada para que ocurriera desde el primer gobierno de Trump, el error del actual mandatario demócrata fue cómo se ejecutó finalmente. En total 13 militares estadounidenses y unos 170 civiles murieron en medio del caos. Por esos mismos días, el mundo vio con horror miles de afganos que se aferraban a los aviones dentro del aeropuerto de Kabul para huir y no ser víctimas de los extremistas, muchos de ellos habían servido a las tropas de EE. UU. y sabían cuál sería su destino si no salían del país a tiempo.
La desgracia reina en Afganistán
Con la desordenada retirada de Afganistán, el daño quedó hecho. Aunque el gobierno de Biden recién comenzaba, logró que EE. UU. se convirtiera en “el perdedor de otra guerra” como aseguraron expertos al PanAm Post. Los fundamentalistas islámicos tomaron Kabul apenas las tropas se replegaron, desatando una crisis humanitaria.
Luego, en Washington, llegaron los señalamientos. El entonces general de la Infantería de Marina y jefe del Comando Central (CENTCOM), Frank McKenzie; así como el antiguo general y presidente del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley, coincidieron cuando explicaron ante el Congreso cómo habían sugerido a Biden mantener 2500 soldados en Afganistán en lugar de ejecutar una retirada completa. Pero el presidente demócrata se desligó diciendo que “nadie” le dijo eso.
Más allá de las culpas, quienes sufrieron fueron los soldados y los civiles, especialmente las mujeres, quienes han visto sus libertades coartadas tras dos décadas de la presencia de EE. UU. en el país. Al día de hoy son víctimas de un apartheid que incluso impide el sonido en público de la voz femenina. Los talibanes tampoco ocultan sus intenciones de reinstaurar la lapidación contra quienes sean acusadas de adulterio.
La Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara baja de Estados Unidos, abrió el año pasado una investigación sobre la caótica retirada de las tropas. Por ende, la lista de oficiales que elabora el equipo de transición de Trump llega como otra medida para encontrar responsables dentro de una cadena de mando que cometió múltiples errores.