Elegir a Marco Rubio como próximo secretario de Estado es quizás una de las decisiones más acertadas de Donald Trump para su próximo mandato que comenzará en enero de 2025. Si bien el senador de origen cubano debe pasar por la aprobación del Congreso –de mayoría republicana–, desde ya se avizora el giro que dará la política exterior de Estados Unidos con un funcionario que se ha caracterizado por una firmeza que contrasta con la tibieza de la Administración Biden-Harris.
Su cargo como senador desde el año 2011 por el Partido Republicano y su verbo encendido le permitieron a Marco Rubio convertirse en referencia cuando se trata de denunciar las políticas expansionistas o dictatoriales de países como China, Venezuela o Cuba. A su nominación también le acompaña el hecho de que por primera vez la Casa Blanca tendrá un secretario de Estado de raíces hispanas.
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Marco Rubio sabe muy bien qué ocurre hoy en Venezuela, que lleva más de 20 años bajo la brutal dictadura chavista que hoy dirige Nicolás Maduro; también conoce la realidad cubana a manos del régimen castrista por ser hijo de un exiliado. En cuanto a China, impulsó desde el Senado proyectos de ley para abordar las violaciones a los derechos humanos que comete el Partido Comunista en Xinjiang o el Tíbet contra minorías religiosas, se opuso a la construcción de una fábrica de baterías chinas en Michigan y ha estudiado a fondo el espionaje de TikTok. El próximo secretario de Estado cuenta con el conocimiento y las herramientas para dar un giro de 180 grados a la política exterior de EE. UU. durante los próximos cuatro años.
Hugo Chávez is having a really bad day! #Venezuela pic.twitter.com/yevQE1YTMe
— Marco Rubio (@marcorubio) July 30, 2024
Marco Rubio podría limpiar el desastre de Biden
Durante su campaña, Donald Trump evitó ahondar en temas de América Latina. Mencionó a la megabanda criminal el Tren a Aragua, poniendo el foco en la crisis migratoria, mas no hizo mayor referencia a la dictadura de Maduro. Sin embargo, podría tener como estrategia dejar que esos temas los maneje Marco Rubio desde el Departamento de Estado.
El senador por Florida afirmó que bajo el liderazgo del presidente electo “lograremos la paz mediante la fuerza y siempre pondremos los intereses de los estadounidenses y de los Estados Unidos por encima de todo lo demás”. Aunque se desconoce qué medidas concretas tomará, se cree que “la reputación de franqueza de Rubio le será útil al negociar con amigos y enemigos de Estados Unidos por igual”, explica a Associated Press Carlos Trujillo, exembajador ante la Organización de Estados Americanos. También se espera que uno de los primeros puntos a abordar sea México, en cuanto a migración y narcotráfico.
Lo cierto es que no le faltarán conflictos a Marco Rubio que resolver ante el desastre dejado por la Administración Biden- Harris en materia de política exterior. China ha ganado cada vez más influencia en países subdesarrollados de ambos hemisferios, Rusia se alió con Corea del Norte para reforzar su invasión a Ucrania e Irán desafía cada vez más a Washington. Aunque Biden dice apelar a la diplomacia, sus enemigos lo ven como un líder débil.
En cuanto a la guerra entre Israel y el grupo terrorista Hamás, en el recuerdo permanece el episodio de cuando activistas pro Palestina quisieron increpar a Rubio por la ofensiva en Gaza. El equipo que hará Rubio con Trump y Mike Waltz, designado como asesor de Seguridad Nacional, será algo digno de evaluar, según las primeras decisiones que se tomen el próximo año.
Ladies and gentlemen never forget this epic clip of Marco Rubio owning anti-Israel protestors. Our new Secretary of State. pic.twitter.com/3LIpoTEWzj
— David J Harris Jr (@DavidJHarrisJr) November 12, 2024