Se calcula que más de 90000 amish viven en Pensilvania. Es una de las poblaciones amish más grandes del país, junto con Ohio e Indiana, convirtiéndose en uno de los segmentos de votantes más valiosos para el expresidente y candidato republicano Donald Trump. Por eso, una de las estrategias de su campaña fue captarlos y tal parece que lo logró. Detrás está Scott Presler, un estratega que se dedicó a convencer a una de las comunidades más herméticas del mundo.
Si bien los amish participaron en las elecciones de 2020 cuando compitieron Trump y el actual mandatario, Joe Biden, ahora tienen más razones para acercarse a las urnas. Su voto puede ser decisivo porque hace cuatro años el ahora presidente demócrata ganó en Pensilvania por 81660 votos sobre Trump, en un estado de más de 12 millones de habitantes. Solo faltaría un empujón de esta comunidad para que el exmandatario republicano gane este estado clave, el que más votos electorales aporta en este ciclo (19) entre los siete estados bisagra que definirán la elección. Y es que históricamente el candidato que gana Pensilvania suele alcanzar los 270 votos electorales necesarios para convertirse en el nuevo inquilino de la Casa Blanca.
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Hubo un importante trabajo detrás para que finalmente se vean carruajes de amish tirados por caballos portando banderas de “Make America Great Again”, comenzando porque esta comunidad rechaza la tecnología, vive aislada de las grandes ciudades y se dedica a la actividad rural y agrícola. Scott Presler, del comité de acción política Early Vote Action, se dirigió directamente a ellos desde el escenario en Pensilvania cuando Trump regresó a ese estado luego del intento de magnicidio.
Amish people flooding the streets, voting for Donald J Trump in PA pic.twitter.com/8swZqd9mYE
— BAG BABBLE-ROUNDS 💬🗺️ (@BagBabbling) November 5, 2024
Elon Musk impulsó el voto amish
Fue el multimillonario y dueño de la plataforma X, Elon Musk, quien donó un millón de dólares a Early Vote Action a finales de agosto como un impulso clave luego de que Presler se mudara a Pensilvania para, desde ahí, registrar votantes republicanos entre grupos que, a su juicio, son reservas sin explotar de partidarios de Trump.
Temas como prohibiciones sobre la venta de leche producida por los amish o los valores en juego en la sociedad estadounidense, terminaron por convencer a estos votantes. Tal como declaró Ryan Sexton, líder del grupo Republican Early Vote Action en el condado de Lancaster, tradicionalmente republicano, “odian la idea de que el gobierno interfiera en su derecho a vender lo que quieran”.
De manera que esta comunidad –establecida en Pensilvania en el siglo XVIII para escapar de la persecución religiosa en Suiza y Alemania– casi intocable y poco participativa en las elecciones (apenas 7 % de los amish votaron en las elecciones de 2016) podría ser la pieza clave para ganar el estado que por estas horas es la joya de la corona.
A pocas horas de que se conozcan los resultados y con Donald Trump y la abanderada demócrata Kamala Harris midiéndose voto a voto en las urnas, hay sectores que salen cual caballería para marcar la diferencia e intentar darle la victoria al republicano.
Luchadores de la UFC visitaron hace dos días Dearborn, en Michigan, la ciudad con la mayor proporción de estadounidenses de origen árabe instándolos a votar por los republicanos para asegurar la paz en Medio Oriente. La liga más famosa de las artes marciales mixtas (MMA) y nido del pensamiento conservador y de seguidores de Ludwig von Mises también es clave en estas elecciones donde el futuro de la mayor potencia mundial está en juego.