Este domingo 27 de octubre Uruguay decidirá su destino político para los próximos cinco años. Yamandú Ramón Antonio Orsi Martínez, de la coalición izquierdista Frente Amplio (FA) se enfrenta a Álvaro Delgado, del oficialista Partido Nacional (PN) y hombre cercano al presidente saliente, Luis Lacalle Pou. Las encuestas avizoran una segunda vuelta, entre los dos principales contendientes pero eso no merma los ánimos electorales. Por el contrario, los intensifica por lo reñidas que están las proyecciones.
La veda se activó a 48 horas de los comicios para que ninguna de las campañas pueda realizar actos proselitistas. Solo resta que la población medite su voto y que el 8 % de indecisos, —cifra registrada por la consultora Cifra— se decante por un candidato. Orsi, apadrinado por el expresidente José ‘Pepe’ Mujica cuenta con 46 % de favoritismo mientras que Delgado tiene un respaldo de 25 %. A este último hay que sumarle lo que obtengan el resto de los partidos de la Coalición Republicana o Multicolor (Partido Colorado con 15 %, Cabildo Abierto con 3 % y Partido Independiente con 2 %). Como resultado, los números quedarían casi parejos. La presunción de que haya segunda vuelta (estimada para el 24 de noviembre) está en el hecho de que ninguno llega al 50 % necesario para ganar la banda presidencial.
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A la urnas están convocados más de 2,7 millones de uruguayos. En este pequeño pero importante país sudamericano, catalogado como “la democracia más estable de América Latina”, el voto es obligatorio y no está permitido que el Presidente sea reelegido de manera consecutiva. Por eso, Luis Lacalle Pou deposita en Álvaro Delgado las expectativas de continuar su proyecto político basado en el liberalismo económico y la seguridad pública.
PROYECCIÓN DE VOTO EL 27 DE OCTUBRE
El FA obtendría el 46% de los votos, el PN el 25%, el PC el 16%, Cabildo el 3%, y el PI, Identidad Soberana y los otros partidos más chicos en conjunto el 2% cada uno.
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En juego la Presidencia, el Parlamento y el plebiscito
Las elecciones en Uruguay no solo servirán para decidir quién será el próximo presidente, también se elegirá a los 30 integrantes de la Cámara de Senadores y 99 de la Cámara de Representantes. Aquí es donde sale a relucir el 8 % de votantes indecisos. Tal como explicó el politólogo Daniel Chasquetti, durante un evento realizado en Montevideo, este grupo “va a terminar resolviendo quién tiene esa mayoría parlamentaria”.
Teniendo conocimiento de esa victoria, Chasquetti explica que el candidato en cuestión de la coalición ganadora podrá usarlo a su favor para la segunda vuelta, ya que puede apoyarse en el argumento de “tener el mejor escenario de gobernabilidad”. Sin embargo, también debe tenerse en cuenta el papel de los partidos más pequeños. “Supongamos que dos o tres de estos ganan una o dos bancas, se vuelve más improbable que alguno de los dos bloques grandes pueda llegar a construir la mayoría (…) Eso nos va a poner en una situación única. Nunca ocurrió que un partido tenga la mayoría en una cámara y una coalición tenga la mayoría en la otra o que nadie tenga mayorías”, dijo según la agencia EFE.
Otro tópico que se discute este 27 de octubre es el plebiscito sobre temas de seguridad social que podría traer populismo e insostenibilidad al país. Sindicatos y partidos comunistas apoyan el “SÍ” para excluir al sector privado del sistema de jubilaciones, entre otras medidas. En el medio, ni siquiera el propio Yamandú Orsi, de la coalición izquierdista, lo aprueba.
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Son dos modelos de país muy diferentes los que están en juego en Uruguay. Yamandú Orsi, un hombre originario del campo, trae bajo el brazo la influencia del pensamiento de Ernesto ‘Che’ Guevara y del expresidente Mujica. Por su parte, Álvaro Delgado se plantea como la continuidad mejorada de la gestión de Lacalle Pou.