Humberto Ortega Saavedra, hermano del dictador nicaragüense Daniel Ortega, falleció este 30 de septiembre en el Hospital Militar de Managua. Según el comunicado oficial, sufrió un “paro cardiorrespiratorio” luego de que un día antes presentara “un deterioro brusco de su condición con choque cardiogénico”. Pero esa versión evita mencionar cómo el tirano sandinista y su esposa, Rosario Murillo, lo convirtieron en otro preso político más.
Humberto Ortega estuvo codo a codo con sus hermanos Daniel y Camilo en la dirección del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) cuando la dictadura de los Somoza gobernaba Nicaragua. Una vez que la derrocaron, fundó el Ejército Popular Sandinista (EPS) y asumió como ministro de Defensa. Sin embargo, si algo demuestra la historia es que no importa ser familiar de un autócrata cuando hay intereses políticos de por medio.
- Lea también: Rusia ingresa al Parlamento Centroamericano en peligroso juego geopolítico con China
- Lea también: Persecución implacable: Ortega pone bajo “vigilancia digital” a los opositores
De ser una figura fundamental para el inicio del régimen, pasó a convertirse en un rehén más. El punto de quiebre fue una entrevista publicada el 19 de mayo de este año por Infobae donde afirmó que Daniel Ortega no tiene sucesor y que cuando muera, tendrá que haber elecciones. Un día después, la Policía de Nicaragua dijo que se encontraba bajo atención médica.
Hermanos convertidos en estorbo
¿El dictador Daniel Ortega copia el estilo de su homólogo norcoreano Kim Jong-un? Nunca se comprobó de manera oficial por inconsistencia en las investigaciones a cargo del gobierno de Malasia. Sin embargo, siguen vivas las sospechas de que este último tuvo que ver con la muerte de su hermano, Kim Jong-nam en el aeropuerto de ese país en 2017, cuando dos mujeres le rociaron VX, sustancia catalogada como arma de destrucción masiva por la ONU.
Los casos distan mucho uno del otro, pero tiene algo en común: hermanos de dos dictadores fallecen en extrañas circunstancias. Kim Jong-nam, miembro de la dinastía norcoreana, era el favorito de Kim Jong-il (su padre) para sucederlo en el poder.
Volviendo a Nicaragua, la muerte de Humberto Ortega Saavedra está rodeada de hermetismo. Aquellas declaraciones lo convirtieron en prisionero cuando la Policía rodeó su residencia e incautó sus dispositivos electrónicos. Según el diario La Prensa, en la redacción recibieron un mensaje en la noche del domingo 19 de mayo con la frase “estoy escribiendo desde un celular prestado”.
En la noche del 29 de septiembre, el Hospital Militar comunicó que “presentó deterioro brusco de su condición con choque cardiogénico y alteración de estado de conciencia que ameritó tratamiento de terapia intensiva para mantener cifras de presión arterial”. Horas después, el cuerpo médico militar del Ejército de Nicaragua informaba que había fallecido, a sus 77 años, a las 2:30 de la madrugada hora local.
Roces con Rosario Murillo
Es en familias poderosas donde posiblemente hay más enemistades y los Ortega son prueba de ello. El diario El País de España sugiere que las palabras de Humberto Ortega pudieron molestar a Rosario Murillo, quien desde antes de 2018 trabaja en un plan para suceder a su esposo. Incluso antes de la toma de poder del sandinismo en 1979, “la entonces primera dama en la etapa revolucionaria no se llevaba bien con la esposa de su cuñado, una costarricense que se llama Ligia Trejos”.
Otra fuente sandinista dijo a dicho diario que Murillo siempre tuvo “una obsesión” por apartar a Daniel Ortega de influencias externas. “Siempre ha visto en su cuñado a un competidor del poder de su esposo y, por consiguiente, el suyo”, remarca el texto. Que Humberto Ortega haya dicho que “sin Daniel, no hay nadie”, es algo que seguro retumbó en la primera dama de la dictadura nicaragüense.