El canal televisivo de noticias RT (Russia Today) fue expulsado de Facebook, Instagram, Whatsapp y Threads por decisión reciente de Meta. Es decir, ninguna información de ese medio podrá llegar a los usuarios a través de esas plataformas. Pero lejos de ser una decisión tomada solamente por la empresa propiedad de Mark Zuckerberg, en realidad es una pequeña parte de lo que está pasando con ese medio informativo al servicio de Vladímir Putin.
El canal ruso esconde una estrategia de ramificación comunicacional apoyado en medios de Europa y América Latina. Es ahí donde aparece Canal Red, fundado por Pablo Iglesias el año pasado y que sirve a intereses izquierdistas y a sus aliados autoritarios de otros países. El año pasado “contrató al menos a un locutor destacado que trabajó anteriormente para la cadena rusa”, cita un informe de IBI Consultants, empresa especializada en organizaciones criminales transnacionales y actores extrarregionales en el hemisferio occidental.
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El canal del también fundador del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) niega tener vínculos con Rusia. Asegura que es “neutral”, pero sus contenidos indican todo lo contrario al replicar informaciones de RT. Y es que dicha cadena, fundada y financiada desde en Moscú, responde a las necesidades de Putin para contrarrestar lo que él llama “monopolio” occidental sobre la información que circula mundialmente.
Cómo se infiltra RT
La cadena rusa RT quedó desterrada de las redes sociales así como de los televisores en Canadá, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Europea por las sanciones internacionales impuestas sobre el gobierno de Putin a raíz de su invasión contra Ucrania. Ese veto es el punto de partida para un turbio entramado de medios que sirven de fachada para seguir captando televidentes bajo otro nombre.
La propia RT “ha establecido una enorme presencia en México, con su filial latinoamericana, Actualidad RT, que a principios de este año cubrió vallas publicitarias por toda la Ciudad de México con lemas como ‘La verdad sobre el mundo está en RT’, cita una investigación de New York Times para evidenciar que el canal de Pablo Iglesias no es el único que camufla la influencia rusa. A estos, se suma también Telesur, creada por las dictaduras de Venezuela y Cuba.
El punto cumbre de esta estrategia llegó en los últimos meses. Las redes aliadas de Moscú se han vuelto “mucho más agresivas” en su intento de atacar a Ucrania como “un nido de nazis”. Además, toda la retórica también va contra Estados Unidos al presentarla como una potencia “dominante y explotadora”. Así, Putin logra captar adeptos a esos argumentos y contribuir a la radicalización de ciertos sectores.
El turbio plan de Putin contra EEUU
Pablo Iglesias no esconde sus intenciones de impulsar el mensaje comunista ante el evidente retroceso mundial de la izquierda. Por eso apuesta a infiltrar esos ideales en el terreno informativo y el de entretenimiento, como lo confesó en agosto pasado. Su apoyo a RT sería entonces una manera de consumar ese deseo a pesar que desde su canal nieguen los vínculos con la cadena.
El que crea que solo se trata de una cadena que se vale de varios tentáculos para seguir funcionando a pesar de los vetos, debe mirar más en detalle: Putin usa influencers para que estos ramifiquen su alcance, a veces sin ser conscientes de lo que están haciendo. Ese fue el caso de figuras como Benny Johnson, comentarista conservador con más de seis millones de suscriptores en Youtube y quien sin saberlo, fue víctima de este esquema ruso a través de Tenet, una agencia de influencers políticos.
Estados Unidos asegura estar siguiendo los pasos de esta estrategia, sobre todo en el marco de las elecciones presidenciales, un terreno fértil para sembrar divisiones entre los votantes.