¿Hay actualmente buena programación en Disney+? Es probable que de cualquier país que provenga la respuesta, esta sea negativa. La empresa, originalmente de entretenimiento infantil, ha tenido que surfear en los últimos años entre conqueteos con la agenda woke y un público que creció con sus dibujos animados pero que no está dispuesto a que sus hijos vean las nuevas versiones teñidas de ideología progresista.
En medio de ese dilema, la empresa ha lanzado nuevos proyectos que no convencen a la audiencia, así como algunos éxitos en taquilla, pero no lo suficiente como para levantar la imagen. Es por ello que Disney está rematando suscripciones con descuentos de hasta 80 % a los nuevos usuarios y a los antiguos en Estados Unidos, incluyendo además premios como un viaje en un crucero de Disney Cruise Line. La urgencia por mantener suscriptores y conseguir nuevos es evidente.
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Entre el tercero y el cuarto trimestre de 2023 Disney+ perdió 1,3 millones de suscriptores, reseñó la revista Variety. Si bien eso se traduce solo en 1,2 % de su base total de suscriptores, es un síntoma de que hay fallas pendientes de corregir. Una de las razones fue el aumento de precios. Entonces, ¿es la caída de un imperio? Sería temerario afirmarlo, sin embargo, a principios de año se volvió más que evidente que la fórmula de hacer sus películas más “inclusivas” no funcionó y la sensación de aburrimiento a la plataforma también se siente América Latina.
La disputa DirecTV vs Disney
Además del remate de suscripciones para ganar audiencia, Disney es blanco de una importante denuncia de DirecTV ante la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC). El motivo es que la empresa de televisión por cable quiere desmantelar la “venta de paquetes” en la que está incurriendo la compañía de entretenimiento infantil.
No es más que un “chantaje”, como lo define Breitbart, ya que si DirecTV quiere ofrecer a sus clientes ESPN o ABC, Disney (al tener ambos canales bajo su conglomerado) le exige que también ofrezca otros de “baja calidad que nadie ve” como NatGeo, Disney Junior, NatGeo Wild, Freeform, Lifetime, FX, FXX, etc. Eso termina encareciendo los precios finales.
Fuera de Estados Unidos también es posible notar otra movida comercial de Disney. La plataforma agrupó a otras empresas de streaming, y ahora quien desee ver partidos de fútbol o la fórmula 1, por ejemplo, debe suscribirse a Disney+. Pero no es todo, debe adquirir un paquete superior al básico para ver eventos en vivo. Si quiere evitar publicidad durante esas transmisiones, debe pagar aún más dinero. Si bien otras compañías están recurriendo al mismo método, la situación de Disney hace que los focos apunten a ella.
De manera que el imperio de entretenimiento atraviesa –al menos en EE. UU.– momentos no tan felices mientras sus directores se involucran en la campaña electoral de cara a las elecciones del 5 de noviembre. Abigail Disney, heredera del imperio The Walt Disney Company, fue una de las que amenazó al Partido Demócrata con retirar sus donaciones si Joe Biden no renunciaba a la carrera por la reelección.