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La prohibición sobre X trastoca por estas horas la libertad de expresión en Brasil. El magistrado Alexandre de Moraes, artífice de la decisión, firmó la orden que saca de circulación a la plataforma de Elon Musk y establece multas de 50000 reales diarios (casi 9000 dólares) a quienes accedan usando vías alternativas como VPN.
Será la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) quien deba “adoptar inmediatamente todas las medidas necesarias” para hacer efectiva la decisión “en todo el territorio nacional” en las próximas 24 horas, indica el fallo. Las tiendas virtuales de Apple y de Google tampoco podrán habilitar las descargas de X. El cerco es total, a lo que Elon Musk respondió con varios mensajes, incluyendo uno donde afirma que “la libertad de expresión es la base de la democracia y un pseudojuez no electo en Brasil la está destruyendo con fines políticos”.
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El Supremo Tribunal Federal dice defender la democracia, pero en las horas más recientes demuestra todo lo contrario simplemente porque, tal como explicó la Oficina de Asuntos Globales de X, la plataforma decidió no aplicar “las órdenes ilegales de censurar a los oponentes políticos” del magistrado, y en general, del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, que prefiere escudarse en las decisiones judiciales y decir que Musk “debe acatarlas”.
Free speech is the bedrock of democracy and an unelected pseudo-judge in Brazil is destroying it for political purposes https://t.co/eqbowALCeu
— Elon Musk (@elonmusk) August 30, 2024
“Saluden a Brasil que se va”
Con esta orden, el STF no solo revela un perfil más político y autoritario, indican periodistas brasileños, sino que demuestra hasta dónde es capaz de llegar el máximo tribunal en términos de persecución contra líderes políticos o disidentes. Uno de los datos que adelantó X es que las órdenes de censura ordenadas desde el tribunal incluyen “a un senador debidamente elegido y a una joven de 16 años, entre otros”, aunque hasta ahora se desconocen sus nombres.
Posiblemente pronto se conozcan más detalles, cuando la plataforma publique “todas las demandas ilegales del juez de Moraes y todos los documentos judiciales relacionados en aras de la transparencia”. La afirmación era la antesala de la prohibición de X en Brasil, algo que la empresa ya daba por hecho cuando el magistrado les dio 24 horas para designar un representante legal en el país al mismo tiempo que bloqueaba cuentas bancarias de Starlink. “A diferencia de otras redes sociales y plataformas tecnológicas, no cumpliremos en secreto órdenes ilegales”, agregó ese comunicado.
Todo el revuelo provoca que “Saluden a Brasil” se convierta en tendencia en X. Que el país pierda su acceso a la red social recuerda el reciente caso de Venezuela, donde la dictadura chavista la bloqueó por promover “campañas de odio” en apoyo a un “golpe de Estado” en el marco de las elecciones presidenciales donde el CNE declaró como ganador a Nicolás Maduro.
¿Qué hace Lula da Silva mientras todo el esto ocurre? El mandatario reparte su atención entre las conversaciones con Nicolás Maduro —para una posible salida negociada sin hablar directamente de fraude— y el bloqueo de X en Brasil. Pero su posición se supedita a lo que ordene De Moraes. Por eso, declaró a una emisora local que “cualquier ciudadano de cualquier parte del mundo que tenga inversiones en Brasil está subordinado a la Constitución y a las leyes brasileñas”.
