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Cuando parecía haber sido suficiente respecto a los delirios del movimiento woke, ansioso por borrar los límites de la biología humana para impulsar su agenda ideológica, ahora aparece una nueva iniciativa promovida, esta vez, por el Departamento de Trabajo de Estados Unidos, el cual decidió hacer sugerencias a los empleadores para ayudar “a las personas que menstrúan a prosperar en el trabajo” aprovechando la creación de un nuevo feriado llamado “Día de la Higiene Menstrual”.
Es decir, no son mujeres las que menstrúan, sino “personas”, así, sin género. La imposición va en consonancia con un pedido previo que hizo Rachel Levine, subsecretaria de Salud de la Administración Biden, cuando visitó una clínica de género en Alaska e instó a reemplazar el término “madre” por “productor de óvulos”, “portadora” o “padre gestacional”. No es para menos que cuando hay una comunicación institucional de esa calibre, las reacciones de los votantes sean inmediatas al punto de pedir el desfinanciamiento de estos organismos.
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Todo esto no es más que la institucionalización de la ideología de género, ya que la Administración Biden permite que esta corriente se filtre en bibliotecas y escuelas públicas, en el ejército y demás organismos públicos en aras de satisfacer la demanda de grupos progresistas que lo respaldan, pasando por encima de la crianza familiar. Esta vez, el Departamento de Trabajo (DOL, por sus siglas en inglés), se suma a esa lista.
https://x.com/USDOL/status/1795879796599111997
Conseguir votos a través del progresismo
No es un secreto el cansancio que hay con este tema entre los contribuyentes y ciudadanos estadounidenses, pero del otro lado, Biden tiene una cuota electoral que cumplir. Restan cinco meses para las presidenciales, y el mandatario demócrata atraviesa una desaprobación del 59 % de acuerdo con la encuestadora Ipsos. Además, el expresidente republicano Donald Trump le lleva 1,5 puntos de ventaja en promedio rumbo a esas elecciones, según encuestas nacionales.
Esa sería la explicación detrás de la insistencia con esta agenda y los grupos que la respaldan, la cual deja atrás el término de “mujer” o “madre” para reemplazarlo por una figura sin género biológico. En las sugerencias del DOL para empleadores, indican que se debe “permitir flexibilidad en los uniformes, con opciones en colores oscuros para garantizar que las menstruadoras no tengan que preocuparse de que un periodo inesperado o un flujo más abundante provoquen manchas perceptibles”.
Si bien hay estudios sobre cómo influye la menstruación desde el punto de vista fisiológico en el ámbito laboral, lo que se cuestiona públicamente es el hecho de eliminar la figura femenina al reemplazarla por “persona que menstrúa” o “menstruadora”.
Es que como han dicho expertos, cuando se hacen expediciones arqueológicas y se descubren restos humanos, estos solo se identifican con base en dos géneros: hombre o mujer, no hay otra opción. Pero desde el progresismo pretenden borrar años de estudios académicos para imponer su perspectiva.
